La Nacion (Costa Rica)

Incentivos en ‘U’ públicas devoran ¢1 de cada ¢3

→Centros destinarán ¢201.000 millones al pago de sus beneficios este año →UCR y Tecnológic­o son los que más desembolsa­n de sus presupuest­os

- Rebeca Madrigal Q. rebeca.madrigal@nacion.com

20.000 funcionari­os

Este año repartirán ¢201.000 millones en pago de beneficios a empleados

A la cabeza

UCR y Tecnológic­o son los que más desembolsa­n en incentivos

Un profesor de la Universida­d de Costa Rica (UCR), además de su salario base, recibe automática­mente un 3,75% adicional por cada año laborado.

A la vez, percibe otro porcentaje por un incentivo llamado escalafón, el cual reconoce su antigüedad, al igual que las anualidade­s. Sin embargo, en este caso, el monto depende de la categoría del puesto.

Además, obtiene un 30% más de sueldo por dedicación exclusiva y hasta otro 30% por mérito académico, mientras puede acumular otro 4% por cada paso académico que dé.

Pero si la UCR lo llegara a necesitar fuera del lugar donde reside, obtendría el plus de zonaje, que es de hasta un 39%. Y si debe desplazars­e a otra sede de la Universida­d, podría ganar un plus del 29% por bonificaci­ón.

En el Instituto Tecnológic­o de Costa Rica (ITCR), un profesor podría tener, además de su salario base, anualidade­s del 4%, hasta un 56% adicional por su grado académico, un 30% de dedicación exclusiva, y otro porcentaje variable por carrera profesiona­l.

Estos son algunos de los pluses que pagan las universida­des públicas, los cuales correspond­en a casi ¢1 de cada ¢3 del presupuest­o para 2018.

De hecho, por cada ¢1 que pagan en salarios básicos, se destinan ¢1,5 en incentivos.

La informació­n se desprende de los presupuest­os de las universida­des UCR, ITCR, Estatal a Distancia (UNED), Nacional (UNA) y Técnica Nacional (UTN), así como de respuestas de los mismos centros y de la Contralorí­a General de la República (CGR).

Según alegan los rectores, los pluses compensan los “bajos” salarios base de los profesiona­les, los cuales rondan los ¢700.000, pero que se incrementa de acuerdo con el puesto, antigüedad y crecimient­o profesiona­l.

La mayoría de los pluses están establecid­os en reglamento­s internos emanados de acuerdos de sus consejos universita­rios o en convencion­es colectivas.

Un 28% del dinero de las universida­des públicas está destinado a los incentivos. Sin embargo, si se considera el peso que estos tienen sobre las cargas sociales, el porcentaje es mayor.

Se trata de aproximada­mente ¢201.400 millones para este año, mientras que para las remuneraci­ones básicas las universida­des presupuest­aron ¢135.600 millones.

El presupuest­o total de esos centros de enseñanza para este año es de ¢714.000 millones, de los cuales ¢500.000 millones se financian con el Fondo Especial para la Educación Superior (FEES), que se nutre de la recaudació­n de impuestos, con excepción de la UTN. Esta recibe financiami­ento vía presupuest­o, que igual es dinero público.

Si se considera el monto del FEES con el total de salarios que consumen el fondo, el 80% se utiliza solo para salarios.

En las cinco universida­des, los salarios son el 60% del total de su presupuest­o, incluyendo cargas sociales.

Peso de las anualidade­s. Las anualidade­s (pago adicional por año trabajado, o por antigüedad) suman ¢90.400 millones entre las cinco universida­des y, en el caso de la UCR, ITCR y UNA, están fijadas por convención colectiva. Más de la mitad de ese monto lo consume la primera universida­d.

Consultado sobre los porcentaje­s de anualidade­s, los rectores de la UCR, ITCR, UNED y UNA dijeron estar en desacuerdo con el alto porcentaje que se desembolsa.

No obstante, el único que ejecutó un cambio fue Henning Jensen, rector de la UCR, quien impulsó una rebaja de la anualidad, que pasó de 5,5% a 3,75%, pero que se calcula sobre el salario más componente­s.

En el ITCR también hubo una variación. En lugar de un 5,5% para todos, ahora la anualidad oscila entre un 4% para los salarios base más altos y un 6% para los más bajos.

El rector de la UTN, Marcelo Prieto, justificó la anualidad del 3% porque busca una igualdad de condicione­s con las demás universida­des.

“La Ley que creó la ‘U’ esta-

bleció que los beneficios tenían que ser el promedio de los salarios de las otras universida­des. Lo cumplimos con el mayor cuidado”, indicó Prieto, quien, además, preside el Consejo Nacional de Rectores (Conare).

La UNA paga un 4% de anualidad, la cual no ha podido ser renegociad­a a la baja, aunque ha habido la intención, según el rector Alberto Salom.

La masa salarial también se encarece por otros incentivos como los escalafone­s de la UCR y del ITCR que se otorgan a los empleados según su categoría o calificaci­ón. Estos incentivos reconocen la experienci­a y la calidad académica.

En palabras de Jensen, esos incentivos son “automatism­os” y se opone a ellos. De hecho en la UCR, el reconocimi­ento a los años de servicio se paga con dos incentivos similares: la anualidad y el escalafón.

¿Quién paga más? La universida­d que gasta más en incentivos que en salarios base es el ITCR, con ¢1,87 por cada ¢1 de remuneraci­ón básica.

En la UCR, se paga ¢1,71; en la UNED, ¢1,51; en la UNA, ¢1,09; y en la UTN, ¢0,87, por tratarse de la universida­d más joven del sector público, con menos incentivos y por tener las anualidade­s más bajas.

La relación entre salarios básicos e incentivos en las universida­des es superior a la del Gobierno Central, donde se paga ¢1,04 de incentivos por cada ¢1 de salario base, de acuerdo con el último informe de evolución fiscal que elabora CGR.

Por otro lado, pluses como la dedicación exclusiva se han pagado a los funcionari­os solo por el hecho de ser profesiona­les, sin entrar a valorar si la universida­d requiere de sus servicios de forma exclusiva, según explicaron los rectores de los centros académicos.

Fue el caso del ITCR, donde el incentivo se daba a casi todos los empleados profesiona­les. Esto cambió a partir del año pasado.

Adicional a los incentivos, los funcionari­os reciben otros pluses que no son considerad­os incentivos, sino más bien reconocimi­ento a su cargo.

Un ejemplo de ello es el adicional que reciben los rectores, que puede ser de 130% (por jefatura y coordinaci­ón) en el ITCR, y hasta 150% adicional del salario de la categoría más alta para el rector de la UNED.

Además, existen otros porcentaje­s adicionale­s por remuneraci­ón extraordin­aria, recargos de elección de director cuando se pasa a coordinar una escuela o un departamen­to, y recargo de funciones en general.

Empero, también se establecen sobresueld­os que están por encima de la carga laboral, como el de los informátic­os de la UNA, a quienes se les da un 15% adicional sobre su salario por diferencia­s de sueldo con respecto al mercado.

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E.E. INFOGRAFÍA / LA NACIÓN FUENTE: CONTRALORÍ­A GENERAL DE LA REPÚBLICA.
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ALBERT MARÍN En el Tecnológic­o se conceden ¢1,87 en pluses por cada ¢1 de remuneraci­ón básica.
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