Melvin Núñez ve como ‘monstruos’ a algunos compañeros de fracción
El diputado de Restauración Nacional, Melvin Núñez, deja ver, en el audio que le envió a su compañera de fracción, Floria Segreda, no solo roces con ella, sino con otros dos legisladores de su partido, Jonathan Prendas e Ivonne Acuña, a quienes califica como “monstruos”.
Lo hizo cuando le comentó a Segreda que ella había dejado ver un “monstruo” al decidir quedarse en la Comisión de Nombramientos y no hacer nada para darle el puesto a él.
“Usted dejó ver un monstruo, que yo veo hace rato en Jonathan (Prendas) y en Ivonne (Acuña), veo en otra gente que sí sabe de política y a mí me asusta, doña Flori. Yo no quisiera saber que usted es igual. Perdóneme que se lo tiré en público, yo tenía que haber hablado de esto en privado con usted.
”Yo dije, doña Flori, yo siempre digo la verdad en frente de la cara de la persona, nunca hablo por detrás. Doña Flori, esto no ha terminado, en algún momento usted y yo nos sentamos a hablar, porque yo necesito hablar y comprender por qué usted actuó así”.
Aunque el jefe de prensa de Restauración Nacional (PRN) Mario Aguilar afirmó que Segreda retiraría su denuncia penal, ella el sábado dijo a La Nación que no lo hará hasta ver un “arrepentimiento verdadero”.
En entrevista con este medio, Melvin Núñez evadió explicar las razones por las que su compañera de fracción lo denunció.
Partes de lo que dijo. A continuación, extractos de los audios enviados por Núñez a Segreda luego de que no pudiera lograr un puesto en la Comisión de Nombramientos del Congreso.
“Si usted me hubiera dicho: ‘Vea, yo tengo más experiencia, yo sé más que usted, yo sé que usted es muy ignorante en esto, pero yo no, Melvin, esto hay que cuidarse de esto y esto’, si usted me hubiera dicho, yo, doña Flori, le digo: ‘Doña Flori, usted tiene razón, perdón, tome aquí, esta comisión es suya; yo no se la voy a quitar’.
”Es más, no he aceptado una sola más, porque le pedí a Dios que me diera la fuerza de no aceptar ninguna más hasta que esto no se resuelva de otra manera, con diálogo, pero no comerme la cara, doña Flori.
”Y eso fue lo que más me dolió, doña Flori, que usted me trataba de convencer a mí [de] que no era su culpa, cuando usted tenía la solución en la mano, y darles gusto a mis enemigos de que se rieran de mí, en la cara.
Carolina (Hidalgo, presidenta del Directorio) se rio de mí, cuando le dije que usted no quería cambiar conmigo. Ella logró lo que quería y usted la ayudó. Eso fue una cosa que dolió muy a lo hondo y por eso Carolina sabe que se tiene que cuidar porque yo no dejo las cosas para después, yo no soy así”.
Núñez, pese a todo, le dijo a Segreda: “Doña Flori, yo no tengo odio; yo a usted no la odio.
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