Muertes por lluvias en Japón llegan a 141
→ Más de 70.000 bomberos, policías y soldados buscan en zonas inundadas
KURASHIKI, JAPÓN. AFP.- El balance de las mortíferas lluvias que en los últimos días devastaron partes de Japón, provocando inundaciones y corrimientos de tierra, aumentó a 141 muertos este martes.
El lunes, gracias al respiro que dieron las lluvias, los socorristas pudieron acceder a zonas que habían quedado aisladas y donde las autoridades temen que haya cuerpos atrapados entre los escombros, pues todavía hay decenas de desaparecidos.
Ante el balance de fallecidos, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, canceló una gira prevista por cuatro países, para poder visitar la zona golpeada por este desastre.
Más de 70.000 bomberos, policías y soldados fueron desplegados para buscar en las zonas inundadas y partes del centro y el oeste de Japón, en las que el paisaje quedó transformado por los corrimientos de tierra.
Poca esperanza. Sin embargo, cuatro días después del inicio de las lluvias, empezaba a desvanecerse la esperanza de hallar sobrevivientes.
“Le dije a mi familia que se preparara para lo peor”, reconoció Kosuke Kiyohara, de 38 años, mientras esperaba noticias de su hermana y dos sobrinos en la localidad de Kumano. “Es posible que se encuentren supervivientes, pero, a medida que pasan los días, la probabilidad es cada vez menor”, dijo a la AFP un soldado en la zona.
A finales de la semana pasada, algunos ríos con crecidas de más de un metro arrasaron sus orillas, tragándose localidades enteras y obligando a la gente a esperar en las azoteas a ser rescatada.
Las laderas de algunas montañas cedieron ante el peso del agua, ocasionando mortíferos desprendimientos que golpearon las casas de madera y arrasaron rutas.
En Kumano, soldados y socorristas usaban excavadoras para retirar vehículos aplastados y casas destrozadas. Pero debían proceder con cuidado por si hubiera algún superviviente o los restos de algún fallecido en el desastre.
En un punto de la localidad se veía el morro de un automóvil blanco debajo de la planta superior de una casa que había sido arrancada del resto del edificio y arrastrada por una ladera.
En la vecina prefectura de Okayama, los rescatistas sobrevolaban en helicóptero las zonas aún sumergidas e inaccesibles, en busca de señales de vida, pero no vieron a ninguna persona pidiendo ayuda.
Según funcionarios locales, se desplegaron camiones que bombean agua para ayudar a restablecer el acceso a las áreas más golpeadas.
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