Trámites de campeonato
A una ciudadana boliviana de 70 años, llamada Domitila Murillo, le tomó 11 meses renovar su cédula de identidad. Su caso fue el ganador de un concurso denominado El peor trámite de mi vida,
efectuado en el 2011, y promovido por el Ministerio de Transparencia Institucional y Lucha contra la Corrupción de ese país suramericano.
Para reunir todos los documentos necesarios con el fin de renovar su cédula , tuvo que desplazarse 900 kilómetros entre diferentes ciudades del país, visitar muchas ventanillas, hacer largas filas, y en varias ocasiones dejar la gestión a medias por falta de algún sello o papel, o escuchar el terrible y lapidario “vuelva mañana”.
Por si esto no bastara, hasta tuvo que pagar una mordida para agilizar el proceso. Sí, la señora Murillo obtuvo su cédula, y dos semanas más tarde falleció.
La experiencia quedó documentado en el libro El fin del trámite eterno: ciudadanos, burocracia y gobierno digital,
Traté de recordar cuál fue el peor trámite que he tenido que enfrentar en mi vida. Quizás hacer filas interminables para poder pagar el derecho de circulación cuando solo el INS recaudaba el dinero en unas pocas cajas. O adquirir una línea celular a principios de este siglo, aspiración que nos metía en una presa de 250.000 solicitudes.
Es claro que en Costa Rica se ha avanzado. Con mayor competencia en algunos servicios, el uso de la tecnología y esfuerzos estatales, hoy la entrega de una cédula se puede hacer en minutos, el marchamo se paga por Internet y la activación de una línea celular requiere de un solo viaje y con poca fila.
En Bolivia, el caso más dramático, completar un trámite tarda 11 horas, en promedio; en el total de América Latina solo 5,4 horas. En Costa Rica se pueden tardar 3,1 y el mejor exponente es Chile, con dos horas, de acuerdo con el Latinobarómetro 2017. En cuanto a la complejidad, en Bolivia el 41% de las gestiones requiere de tres interacciones o más; en Costa Rica, el 23% y en Chile, solo el 16%.
Sin embargo, tenemos aún esos trámites tediosos. Aquel en donde nos piden aportar una copia física del recibo del agua, luz o teléfono, cuando para verificar el domicilio. Ni se diga del desorden y el atraso con las citas para la prueba de manejo.
El exceso de trámites es una plaga. Es costoso para el Estado y los usuarios, quita tiempo, abre portillos a la corrupción y aleja a la ciudadanía del ejercicio y disfrute de sus derechos.