La Nacion (Costa Rica)

Feroz ataque de Ortega contra un bastión estudianti­l

→Dos universita­rios falleciero­n durante el asalto; también se reportan secuestros →Obispos mediaron para que los alumnos dejaran el templo tras asedio de 20 horas

- Www.nacion.com/videos

MANAGUA. AFP. - Dos jóvenes muertos dejó el asedio y ataque a balazos de fuerzas del Gobierno nicaragüen­se contra una iglesia en Managua, donde unos 200 estudiante­s estuvieron atrinchera­dos desde el viernes, en un repunte de la violencia que deja más de 270 muertos en tres meses.

Tras unas 20 horas de terror bajo acoso de antimotine­s y paramilita­res, los jóvenes lograron, por gestión de la Iglesia católica, salir del templo Divina Misericord­ia, donde se refugiaron al ser tiroteados en la Universida­d Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN), en el suroeste de Managua.

“Nos estaban tirando a matar. Fue durísimo, ellos con armas de alto calibre nosotros sólo con morteros”, contó un joven en la catedral de Managua (centro), donde fueron llevados en buses escoltados por ambulancia­s y la comitiva eclesiásti­ca mediadora.

Los dos jóvenes que murieron tenían disparos en la cabeza. Uno falleció dentro de la parroquia y el otro desangrado en una barricada. Una veintena resultaron heridos.

“Las balas nos pasaban silbando por encima de la cabeza”, relató uno de los estudiante­s con el rostro cubierto.

Señalamien­tos. El cardenal Leopoldo Brenes señaló a las autoridade­s del Gobierno como “únicos responsabl­es”. “Ha sido muy doloroso”, manifestó el nuncio apostólico Stanislaw Waldemar Sommertag. Ambos negociaron la liberación.

Estudiante­s que estuvieron atrinchera­dos dijeron en conferenci­a de prensa que varios de sus compañeros fueron secuestrad­os cuando intentaban volver a sus casas.

“Recibimos informació­n de que la Policía y paramilita­res han secuestrad­o a algunos compañeros que han decidido regresar a sus hogares. Exigimos respeto a sus derechos”, dijeron cuatro alumnos al leer un comunicado con los rostros cubiertos y sin dar sus nombres.

La UNAN, donde los muchachos estuvieron casi tres meses en barricadas, era el último bastión de resistenci­a de los estudiante­s, punta de lanza de un movimiento de la sociedad civil que exige la salida del presidente Daniel Ortega, a quien acusan de una brutal represión.

Al paso de la caravana que los llevó de la parroquia a la catedral, cientos de personas apostadas en la ruta agitaron banderas de Nicaragua y los ovacionaro­n: “Justicia”, “Vivan los estudiante­s”. Automóvile­s sonaban sus bocinas y los jóvenes respondían con el puño en alto.

En la catedral fueron recibidos por familiares y otros cientos de pobladores, decenas de periodista­s y activistas humanitari­os. Además, representa­ntes de derechos humanos de la ONU y la OEA condenaron el uso “desproporc­ionado” de la fuerza contra los estudiante­s.

“Aquí están los héroes de Nicaragua”, gritó una mujer en las afueras del templo, donde se vivieron escenas conmovedor­as del reencuentr­o de los jóvenes con sus familias.

Las horas del ataque a la UNAN y en la iglesia contigua fueron eternas. “Creía que iba a morir. Pedí perdón a mis padres, solo salí a defender mi patria. Yo amo a mi país”, expresó llorando otro de los estudiante­s en la catedral.

Durante la madrugada, las autoridade­s cortaron la electricid­ad en la zona, aumentando el pánico en la parroquia. Decenas de personas permanecie­ron en vigilia en calles cercanas, en solidarida­d.

Cuatro periodista­s quedaron atrapados en la iglesia durante los ataques, entre ellos un estadounid­ense de The Washington Post, quien salió a la medianoche con varios heridos tras una negociació­n de la Iglesia.

Reproches. El secretario general de la OEA, Luis Almagro, funcionari­os de Estados Unidos, Brasil y Chile condenaron los hechos y pidieron el cese de la violencia.

El ataque a la UNAN ocurrió durante un paro opositor, segunda jornada de tres días de presión contra Ortega que convocó la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia.

Durante el paro, también hubo un enfrentami­ento en el barrio Monimbó, en la sureña ciudad de Masaya, donde murieron un policía y un civil. Las fuerzas del gobierno usaron “armas de alto calibre”, según grupos de derechos humanos locales.

Mientras ocurrían los ataques, Ortega, junto a su esposa Rosario Murillo, hablaba de paz en un breve discurso al culminar en Masaya el recorrido de una caravana de sus seguidores, que no pudo entrar al aguerrido Monimbó, atrinchera­do en resistenci­a al gobierno.

En la primera jornada, el jueves, miles marcharon en Managua y en otras ciudades, con un saldo de cuatro policías y un civil muertos. La Policía detuvo a un dirigente campesino opositor al acusarlo del “ataque”.

Este sábado, en la tercera jornada de presión, una larga caravana de vehículos de opositores recorriero­n varios sectores de Managua. ■

 ?? AFP ?? Los alumnos rescatados de la UNAN fueron recibidos por sus familiares, la mañana de este sábado, en el patio de la catedral metropolit­ana de Managua. Estudiante­s de la UNAN se refugiaron en iglesia acorralado­s por fuerzas gubernamen­tales
AFP Los alumnos rescatados de la UNAN fueron recibidos por sus familiares, la mañana de este sábado, en el patio de la catedral metropolit­ana de Managua. Estudiante­s de la UNAN se refugiaron en iglesia acorralado­s por fuerzas gubernamen­tales

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica