CCSS corre para vacunar a población de riesgo
“Respirá profundo. No te va a doler”, le dijo Juanita Olivares a Valentina Córdoba antes de insertar la aguja en su brazo.
La chiquita de tres años contuvo la respiración, pero apenas sintió el pinchazo soltó en llanto incontenible.
Olivares lleva ocho años de trabajar como técnica en atención primaria (ATAP) y tiene una especial habilidad para tratar a pequeñitos de la edad de Valentina.
Este martes, junto a su compañero de equipo Róger Barrantes, quien tiene 14 años como técnico ATAP, estuvieron en el Centro Pedagógico Villa Creativa, en Alajuelita.
Esta visita es parte de lo que ellos llaman la “repela” de la campaña de vacunación contra el virus de la influenza, que entra en su etapa final, sin alcanzar a la mayor parte de la población de riesgo.
La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) ha reconocido que la respuesta es baja en la población de 65 años y más, los enfermos cardiópatas y los chiquitos entre los seis meses y tres años.
Pendientes. Alajuelita es un buen espejo de cómo avanza la campaña de vacunación.
Ahí todavía faltan por inmunizar 2.500 niños entre los seis meses y los tres años (un 70% del total en ese cantón), y unos 300 adultos mayores de 65 (un 50% de la población meta para ese grupo etario).
También está pendiente la mitad de la población con enfermedades del corazón, que solo ha acudido en un 30% al llamado hecho por las autoridades de Salud.
“Vamos a salir a buscar a quienes definitivamente no llegan a los centros de atención. En agosto aún hay tiempo para vacunarse y generar inmunidad”, dijo Amalia Guerrero, jefa de Enfermería en el Área de Salud de Alajuelita.
Róger Barrantes recordó que los menores de tres años necesitan recibir dos dosis. Entre la primera y segunda vacunas, deben pasar cuatro semanas, para reforzar todavía más su sistema inmunitario.
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