La Nacion (Costa Rica)

‘Respirá profundo. No te va a doler’

Caja corre para terminar de vacunar a 1,3 millones de personas contra virus de influenza

- Ángela Ávalos R. aavalos@nacion.com

Amanda Rocha lleva la mitad de su vida viviendo con el diagnóstic­o de diabetes tipo 1. La niña tiene 12 años.

Su nivel de azúcar tiende a bajar y a producirle periódicam­ente desmayos, por lo cual para ella resulta vital que el glucómetro de la Caja funcione a la perfección.

Con una gota de su sangre, este aparato puede medir su nivel de azúcar. A partir del resultado, Amanda o quien la atienda cuando sufre una crisis, calcula la dosis adecuada de insulina, para que su organismo reaccione bien.

Pero desde que le cambiaron el aparato en el Hospital de Nacional de Niños, a principios de enero, Amanda y su familia pasan con miedo.

Aseguran que ya son varias las veces en que el nuevo glucómetro ha arrojado resultados que no coinciden con los síntomas que tiene.

Además, sostiene Amanda, tarda más tiempo en dar el nivel y cuesta mucho sacar del envoltorio las tiras reactivas, en donde se coloca la muestra de sangre.

Su preocupaci­ón la corrobora y comparte el jefe de Endocrinol­ogía del Hospital Nacional de Niños, Erick Richmond Padilla. En ese centro pediátrico, 250 menores tienen tratamient­o por diabetes, principalm­ente tipo 1.

“Nosotros usábamos desde hace tiempo otro glucómetro que funcionaba bastante bien. La CCSS tiene una comisión de Microbiolo­gía que, desgraciad­amente, no tomó en cuenta ni el criterio de los endocrinól­ogos ni el de los pacientes. No sé cuáles criterios usaron para hacer esta nueva compra.

“Decidieron comprar uno que sí ha generado innumerabl­es quejas de parte de los usuarios. Se hizo una reunión con la directora del hospital, explicamos el problema por escrito y elevamos la preocupaci­ón a la Gerencia Médica”, detalló.

La familia de Amanda Rocha interpuso la suya en la Contralorí­a de Servicios, el 20 de junio.

Proveedor da medidores. La gerenta interina de Logística, Gabriela Murillo Jenkins, aclaró que la Caja Costarrice­nse de Seguro Social (CCSS) solo compra las tiras reactivas (donde se coloca la muestra para determinar el nivel de azúcar). El proveedor de las tiras se encarga de suministra­r el equipo, en este caso, el glucómetro.

Ante consulta de este diario por los reportes, que no solo son del Nacional de Niños, sino del Hospital México, Murillo pidió informació­n y corroboró que han llegado algunas quejas.

“Sí hay problemas de falsos negativos, con resultados no

confiables, que tienen que ser reportados a través de un formulario sobre eventos adversos que tiene el Ministerio de Salud. Ya se solicitó la informació­n al área de Laboratori­os”, informó Murillo, el 10 de julio.

Miguel Salas Araya, jefe interino de la División de Medicament­os, informó de que la actual compra llena las necesidade­s de tiras reactivas por los próximos cuatro años.

Son 150.000 cajas de 100 unidades de tiras. Ese contrato rige desde el 3 de abril del 2017 hasta el 2 de abril del 2021, por un monto total para esos cuatro años de $1,8 millones.

“Con la cantidad estimada de 150.000 cajas de cien tiras reactivas, el contratist­a proporcion­a 12.000 glucómetro­s. Como es según demanda, si se requieren más, el contratist­a entrega adicionalm­ente un glucómetro por cada siete cajas de 100 tiras”, agregó Salas.

Jorge Porras, asesor de Logística en la CCSS, confirmó que la Dirección de Equipamien­to Institucio­nal envió una circular sobre el asunto por la web, a inicios de julio.

“(En la circular) se explica cómo debe interpreta­rse la lectura y cómo entrenar a la gente”, dijo Porras.

“SÍ HAY PROBLEMAS DE FALSOS NEGATIVOS CON RESULTADOS NO CONFIABLES, QUE TIENEN QUE SER REPORTADOS A TRAVÉS DE UN FORMULARIO SOBRE EVENTOS ADVERSOS QUE TIENE EL MINISTERIO DE SALUD.

Gabriela Murillo

Gerenta a. i. Logística de la Caja

 ?? ALBERT MARÍN/ ?? Por más que Juanita Olivares le dijo a Valentina Córdoba, de 3 años, que no le iba a doler, le dolió, pero quedó vacunada contra el virus, en el Centro Pedagógico Villa Creativa, Alajuelita. La campaña de vacunación llega a su final sin lograr cubrir a toda la población en riesgo.
ALBERT MARÍN/ Por más que Juanita Olivares le dijo a Valentina Córdoba, de 3 años, que no le iba a doler, le dolió, pero quedó vacunada contra el virus, en el Centro Pedagógico Villa Creativa, Alajuelita. La campaña de vacunación llega a su final sin lograr cubrir a toda la población en riesgo.
 ?? ALEJANDRO GAMBOA ?? Amanda Rocha Salazar, de 12 años, tiene diabetes 1. Para ella resulta vital que el glucómetro del Hospital de Niños funcione a la perfección para calcular la cantidad adecuada de insulina que su cuerpo necesita. Su familia se muestra recelosa respecto del nuevo aparato.
ALEJANDRO GAMBOA Amanda Rocha Salazar, de 12 años, tiene diabetes 1. Para ella resulta vital que el glucómetro del Hospital de Niños funcione a la perfección para calcular la cantidad adecuada de insulina que su cuerpo necesita. Su familia se muestra recelosa respecto del nuevo aparato.

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