Trabajadores sobrevivieron 6 horas subidos en un techo
MATINA Y TALAMANCA. “La llena del fin de semana fue la más grande del año. En cuestión de minutos, el agua nos llegaba al pecho; nos subimos al techo y nos quedamos esperando a que el agua bajara. Fueron por lo menos seis horas”.
Así relató Pedro Cortés, peón y vecino de las bananeras en finca Banasol, en Estrada de Matina, Limón, la forma en la que él, Benito García y tres cachorros evitaron que la corriente los arrastrara, luego de que las fuertes lluvias que comenzaron el viernes por la noche provocaran el desbordamiento del río Chirripó, el sábado al amanecer.
El agua rápidamente cubrió el piso de sus casas, por lo que lo único que les quedó fue la ropa que andaban puesta.
“Bomberos ingresó con una panga, sacó a varias personas, pero nosotros no pudimos salir. Solo hemos recibido agua; ojalá pronto llegue comida, pues estamos cuidando la casa”, agregó Cortés.
Odisea por alimentos. En Talamanca, Limón, los indígenas de la comunidad bribri caminan media hora entre la montaña y luego cruzan el río a pie o en una lancha inflable para obtener agua y alimentos.
Unas 30 familias están completamente aisladas, luego de que la lluvia dañara sus casas y se llevara un puente.
Aunque los niveles del agua ya bajaron, una nueva onda tropical ingresó al país este miércoles y se prevía que las lluvias más fuertes afectaran la zona norte y el Caribe.
La Comisión Nacional de Emergencias mantiene alerta roja en Matina, Talamanca, Sarapiquí y Turrialba, y amarilla en Alvarado, Limón, Siquirres, San Isidro, Jiménez, Guatuso y San Carlos.
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