Seguidilla de asaltos roba la paz a vecinos de Pococí
→Malhechores entran a locales para robar a los clientes y trabajadores →Policía dice que hampa actúa cuando llueve porque hay menos transeúntes
En los últimos 15 días, una oleada de asaltos tiene en jaque a los comerciantes de Guápiles, en Pococí de Limón, y sus alrededores.
Los vecinos no ocultan su temor y claman por la acción de las autoridades, sobre todo porque los ataques se agudizaron en la última semana.
El caso más reciente ocurrió el miércoles, poco después de las 4 p. m., cuando dos sujetos en moto llegaron al almacén Gollo, en La Rita, y amenazaron a clientes y dependientes con armas de fuego.
Los delincuentes huyeron con ¢350.000 y 28 teléfonos celulares que permanecían en exhibición.
Tan solo un día antes, asaltaron la ferretería Los Ángeles, en Guápiles, donde también robaron dinero del negocio y las pertenencias de compradores y empleados.
A la lista se añade la venta de repuestos Gigante, al costado sur del hotel Talamanca, también en Guápiles, donde clientes y trabajadores fueron encañonados y obligados a tirarse al piso; luego les robaron billeteras y celulares.
Temor.
Los noticias y los temores alcanzan también a los pequeños comerciantes.
Irene Castro, quien se dedica a la venta de bisutería a un costado del Estadio Ebal Rodríguez, en Guápiles, reconoció que, en varias ocasiones, ha tenido que esconder el dinero de las ventas, porque constantemente llegan delincuentes a pie y en moto.
“No sé en qué momento me tocará, porque muchos de ellos buscan celulares”, comentó, por su parte, Marco Sequeira, dedicado a la venta y reparación de estos aparatos.
Por el momento, como única herramienta, los comerciantes se han organizado en grupos de WhatsApp para compartirse información.
Uno de los golpes más fuertes lo perpetraron en el almacén de repuestos La Singer, en el centro de Guápiles, de donde huyeron con ¢1,6 millones.
El dueño de una joyería en Guápiles contó que ha considerado salir de la zona por temor a que le disparen, pues lo han asaltado en varias ocasiones.
Se mostró extrañado, porque, pese a que en la calle se ven policías, los asaltos siguen. “No descarto que detrás de eso haya policías involucrados”, agregó.
En territorio, Pococí es el tercer cantón del país, con una población de 142.000 habitantes.
El director regional de la Fuerza Pública, Nelson Barquero, admitió que las alertas por asaltos han crecido y dijo que tienen sospechas de que se trata de un mismo grupo que opera entre el mediodía y las 6 p. m.
Su hipótesis es que, debido a
las inclemencias del tiempo, los maleantes aprovechan que los comercios están más vacíos y que hay menos gente en las calles para cometer los atracos.
Barquero aseguró que están en conversaciones con los comerciantes para elaborar estrategias, en conjunto con el Organismo de Investigación Judicial (OIJ) y la Fiscalía.
Por estos asaltos en Pococí, las autoridades tienen a varias personas identificadas y esperan que las pesquisas del OIJ fructifiquen para detener pronto a los responsables.
“CON LOS AGUACEROS, LA GENTE NO SE EXPONE A LAS LLUVIAS SE QUEDA EN LAS CASAS, PERO
LOS COMERCIOS ESTÁN ABIERTOS. ESO AYUDA A LOS DELINCUENTES A PASAR INADVERTIDOS Y TAMBIÉN HACE QUE A LA GENTE SE LE DIFICULTE IDENTIFICARLOS.
Nelson Barquero
Director regional de la Fuerza Pública