Moya y su familia sufrieron por las burlas de morados
▶ Delantero lucha por ganarse confianza y respaldo de los manudos
Róger Rojas dijo sentirse muy alegre al ver que Jonathan Moya tuvo un debut soñado con Alajuelense y que Jonathan McDonald festejó sus goles como propios.
Hoy por hoy, esa es la realidad de Jonathan Moya, el espigado atacante que no perdió ninguna pelota en las alturas, en el partido en que los rojinegros vencieron 4-1 a Grecia, en el Estadio Allen Riggioni.
“Les dedico los goles a mi hijo (Julián), a mi esposa (Andreína Rosales), a mi familia.
”Ellos pasaron momentos difíciles cuando yo estaba en Saprissa y se dio que la gente nos insultaba y no saben las circunstancias por las que uno toma decisiones”, mencionó Moya, al referirse a ese momento en el que trascendió que dejaría las filas moradas para vestirse de rojinegro a partir de este torneo.
Moya manejó la situación con profesionalismo.
El atacante conversó con sus expatronos. Les dijo que se iba y para dónde se marchaba, porque quería ser transparente y también les prometió entrega hasta el final.
Pero las cosas no fueron tan fáciles tampoco.
“Mi familia pasó por muchas burlas, por muchas cosas cuando estaba en Saprissa y se sabía que venía para Alajuelense, pero yo soy maduro.
”El respeto siempre me ha caracterizado con el equipo que estoy”, afirmó.
Al llegar a la Liga, se sintió respaldado y se nota a gusto.
Incluso, está muy contento porque sabe que su doblete ante los griegos lo hizo sumar puntos con los seguidores de Liga Deportiva Alajuelense.
“Sé que acá tenía que ganarme a la afición y eso se hace al mostrar que uno se esfuerza en la cancha y que quiere aportar.
”Lo importante es que todos aportemos para hacer al equipo campeón, que es lo que la afición anhela y nosotros también”, expresó.
Dedicatoria “Les dedico los goles a mi hijo (Julián), a mi esposa (Andreína Rosales), a mi familia. Ellos pasaron momentos difíciles cuando yo estaba en Saprissa y se dio que la gente nos insultaba”.
Huella
“En Santos, Uruguay, UCR y Saprissa he dejado esa huella de esfuerzo, de sacrificio”. Jonathan Moya Delantero de Alajuelense
Amor de papá. Para celebrar sus primeras conquistas como rojinegro, Moya trataba de mostrar el tatuaje que tiene en un brazo. Ahí lleva grabado el nombre de su hijo, Julián, quien tiene año y ocho meses.
“Cuando él nació, pasé momentos complicados en lo futbolístico. No jugué seis meses y siempre dije que a la hora de salir a la cancha, lo iba a dar todo por él, es mi motivación y mi orgullo. Antes de venirme, le di un beso y le dije que le iba a dedicar un gol y le llevo dos. Qué más bendición que eso”, manifestó con una gran sonrisa.
Él está acostumbrado a que nadie le regale nada.
“Como jugador, he pasado momentos difíciles.
”Estando en Saprissa jugué más tiempo afuera que en el mismo club y eso me ayudó a ver que hay equipos que no cuentan con las condiciones de los equipos grandes y eso lo hace a uno valorar las cosas”.
Dice que el trabajo del día a día lo hizo ver que independientemente de la camisa que vaya a vestir, siempre va a dar lo mejor de sí.
“En Santos, Uruguay, UCR y Saprissa he dejado esa huella de esfuerzo, de sacrificio, y espero en la Liga hacerlo de muy buena manera y, si Dios quiere, que sea por muchos años”, opinó.
■