Médicos nacionales salvan corazón con técnica inédita
→ Cambiaron válvula aórtica en mujer que no podían operar de la forma tradicional
si, realmente, esta herramienta logra medir si la mujer sufre de este síndrome, si está en riesgo de padecerlo o no, y, si lo sufre, en qué nivel está.
“Cuando lleguen los datos, analizaremos la severidad de lo que tienen las mujeres. ¿Lo que se ve en Costa Rica es similar a lo que se ve en Estados Unidos? ¿Cuál es la mejor forma de darles tratamiento? No todo se resuelve con terapia psicológica”, destacó Danielle Millen, la investigadora que se dedicará principalmente al análisis primario de datos.
“No todas (las mujeres entrevistadas) tendrán este síndrome, o tal vez lo tengan con otras manifestaciones. En Estados Unidos, por ejemplo, las estadounidenses muestran señales diferentes a las mujeres hispanas”, aclaró Walker.
Ella y su equipo también trabajan en posibles formas de tratar el síndrome. El próximo paso es validar al español un programa de tratamiento para las víctimas. Esta traducción se realiza en Puerto Rico.
El tratamiento se llama Programa de Terapia y Empoderamiento para Sobrevivientes (STEP, por sus siglas en inglés).
Según las especialistas, cada caso es individualizado, pues todas las mujeres afrontan condiciones y contextos distintos. Para que su corazón pudiera latir con normalidad, una mujer de 86 años debía recibir un cambio de válvula aórtica.
Esta válvula es de vital importancia porque, cuando no funciona de manera correcta, puede interferir en el flujo sanguíneo y obligar al órgano cardíaco a trabajar más de la cuenta para llevar la sangre necesaria al resto del cuerpo.
Sin embargo, la paciente no podía someterse al método de reemplazo tradicional porque padecía de otras enfermedades que complicaban la posibilidad de una cirugía y la hacían muy riesgosa.
Fue por eso que los cardiólogos intervencionistas del Hospital México, Jorge Chavarría y Luis Gutiérrez, tomaron la decisión de realizar este procedimiento de una forma que nunca se había efectuado en el país, y, al parecer, tampoco en la región centroamericana.
Los especialistas ingresaron por la arteria axilar (que comienza en el borde externo de la primera costilla, desciende por la pared externa de la axila y pasa por arriba de los músculos de esta zona). Ellos se guiaron con un ultrasonido para llegar de forma percutánea (a través de la piel). Para ello, realizaron una incisión de aproximadamente dos centímetros y a través de ella introdujeron la válvula nueva.
Cierre percutáneo. Chavarría y Gutiérrez utilizaron un sistema conocido como cierre percutáneo. Con esta técnica, los especialistas dejan, desde el inicio, suturas listas que se cierran al final del procedimiento con unos dispositivos especiales.
Al finalizar la intervención, los médicos hicieron una angiografía de la arteria axilar para corroborar el adecuado cierre del sitio de acceso y verificar que no hubo complicaciones. La totalidad del procedimiento tuvo una duración de dos horas. Realizar el cambio de válvula de esta manera redujo la posibilidad de infecciones y sangrados, además de permitir una recuperación más rápida de la paciente. La técnica resultó un éxito. No obstante, durante todo el proceso se contó con el equipo de cirujanos torácicos, por si surgía alguna emergencia que debiera atenderse de inmediato o, inclusive, por si los médicos determinaban que el cambio de la válvula solo se podía realizar mediante una cirugía convencional. De acuerdo con un comunicado emitido por el Hospital México, la intervención se llevó a cabo el pasado 20 de julio y la mujer fue dada de alta el lunes 23 de julio.
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“EL HABER TRADUCIDO EL INSTRUMENTO AL ESPAÑOL COSTARRICENSE Y ESTAR INVOLUCRADA EN SU PROCESO DE VALIDACIÓN, ES COMO PODER PONERLES UN MICRÓFONO Y UN SELLO DE GARANTÍA A LAS HISTORIAS VIOLENTAS QUE MUCHAS MUJERES TIENEN QUE CONTARNOS.
Wendy Cook
Psicóloga costarricense