Penalista Fernando Cruz asume brasa de dirigir Corte
Pretende recuperar credibilidad en el Poder Judicial
“Encuentren en mí siempre una persona abierta a cualquier observación o crítica. El poder siempre es transitorio, no hay que olvidar eso (...)”, dijo este miércoles Fernando Cruz Castro, minutos después de ser juramentado como el presidente número 64 de la Corte Suprema de Justicia.
“Soy el último que debe enojarse, creo que soy el que debe tener la paciencia para moderar”, agregó el magistrado, que asume el cargo en medio de una crisis institucional por cuestionamientos a los máximos representantes del Poder Judicial y con la urgencia de reformar el régimen de pensiones, que proyecta un déficit de ¢5,3 billones.
Cruz, integrante de la Sala Constitucional desde el 2004, quedó electo en una cuarta ronda, con 13 votos a favor frente a nueve de su último contendor, Orlando Aguirre Gómez, magistrado de la Sala Segunda.
En la puja, Cruz superó a otros dos magistrados, Fernando Castillo Víquez, también de Sala Constitucional, quien con solo dos votos se retiró después de la segunda ronda, y Luis Guillermo Rivas Loáiciga, de la Sala Primera, quien había desistido de sus aspiraciones antes de que arrancara la elección.
La presidencia de la Corte había quedado vacante desde el pasado 16 de julio, cuando Carlos Chinchilla Sandí anunció que se acogía a la jubilación luego de que sus colegas de Corte Plena decidieron imponerle a él y a los demás miembros de la Sala Tercera, una sanción administrativa relacionada con la desestimación de una causa penal contra dos exdiputados ligados al caso del cemento chino.
Apenas este lunes, los magistrados decidieron adelantar la votación ante la urgencia de designar a un presidente en propiedad (el cargo interino lo ocupaba Carmenmaría Escoto Fernández), con el fin de que represente al Poder Judicial en la negociación del próximo presupuesto, proceso que arranca el 1.° de setiembre en el Congreso.
Negociación clave. Superadas tres rondas infructuosas, la presidenta interina decretó un receso para promover una negociación entre aspirantes y llegar así a un ganador en la votación siguiente. Luego de 20 minutos de diálogo, finalmente Cruz se adjudicó la silla más importante de la Corte Plena por los próximos cuatro años.
En la sesión para elegir al nuevo presidente de la Corte, máximo órgano del Poder Judicial, participaron 12 magistrados propietarios y 10 suplentes.
Apertura. Tras ser electo, Cruz dijo sentirse optimista aunque sabe que asume la presidencia en un momento crítico y afirmó ser consciente del trabajo que se debe hacer a partir de ahora.
También reconoció que la agenda está llena, con procesos disciplinarios pendientes y muchas cosas más por hacer.
Por su parte, la magistrada Julia Varela le recordó que el Poder Judicial está en una situación crítica, por lo que le pidió esfuerzo y le garantizó que todos le iban a ayudar.
Mencionó que deben generarse acciones a corto plazo que permitan recuperar, primero, la confianza interna y luego trabajar en la imagen externa.
“Si usted se metió en este reto es porque tiene capacidad para hacerlo. Si en algún momento veo que está actuando incorrectamente, voy a hacerle mi crítica constructiva. Acá hay que actuar por la institución y no por personas”, dijo Varela.
En tanto, Escoto Fernández señaló que se debe avanzar con planes conjuntos y reiteró el compromiso de ayudarlo.
“Para todo lo que estime pertinente estaré a su lado, le deseo la mejor de las suertes, que edifique hacia adentro y luego hacia afuera y que Dios y nosotros le ayudemos a sacar esta crisis adelante”, precisó Escoto.
Jaime Robleto, suplente de Sala III, fue el último en hablar y, tras agradecerle a Escoto su labor en tiempos de crisis, reafirmó su apoyo hacia Cruz.
“Pienso que la Corte no puede estar mejor representada”, puntualizó.
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