A Nery se le escapó el oro en el cierre
▶ ‘Sufrí muchísimo en los últimos 65-50 metros, como nunca’, declaró el velocista
El velocista tico Nery Brenes se desinfló al final de su prueba y amarró el bronce en la final de los 400 metros lisos de los Juegos Centroamericanos y del Caribe Barranquilla 2018.
Brenes, quien se mantuvo al frente casi toda la distancia, cronometró 45:61 segundos y fue superado en el cierre por el dominicano Luguelín Santos, con 44:59, y el cubano Yoandys Lescay, con 45:38.
El tico había clasificado a la final con un tiempo de 45:60, pero no pudo superarlo este miércoles.
Luego de la competencia se le vio desanimado. Según Olman Mora, periodista del Comité Olímpico Nacional (CON), el tico se sentó en un sector de la pista, solo.
Mora relató que en el estadio se apagaron las luces y Henry Núñez, presidente del CON, conversó con él, pero el limonense movió su cabeza en señal de “no, no, no”.
El cuerpo no le respondió. “Lo de hoy (ayer) fue muy extraño. Yo salí a hacer la mejor carrera de mi vida, lo estaba logrando, iba tranquilo, muy cómodo, y de un momento a otro, el cuerpo solo dijo: ‘No más’. Sufrí muchísimo en los últimos 65-50 metros, como nunca había sufrido. Hasta un punto, fue la mejor carrera de mi vida y, hasta el otro, pudo haber sido la peor experiencia que he vivido en una final”, comentó Brenes en declaraciones suministradas por el CON.
El tico aspiraba a mejorar sus registros en esta final, pues las sensaciones luego de la semifinal fueron bastante buenas.
“Salimos muy motivados por todo lo que había sucedido ayer (el martes). Estoy en la mejor forma de mi vida y no se reflejó como tal, sucedió casi lo mismo de siempre, pero hoy hubo matices o destellos de ese gran sueño que anhelamos de correr en 43 (segundos).
”Hoy salí por todas a tratar de lograrlo y me faltó un poco. (Estoy) un poco decepcionado, no por la carrera, sino porque sentí que pude haber dado más, sin menospreciar los rivales. Estoy agradecido con Dios”, agregó.
Así, el nacional volvió a colgarse una presea en estas justas, luego de que hace cuatro años, en Veracruz, detuviera el reloj en 46:82 y se fuera con las manos vacías. En el 2010 logró el oro en los Juegos en Mayagüez, Puerto Rico, con 44:84. ■