Bancrédito agrandó hueco en Presupuesto 2018 del Gobierno
→Cifra es cerca del 22% del presupuesto extraordinario pedido al Congreso →Cada mes que pasa, esa deuda del Banco se incrementa en ¢335 millones
La crisis del Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) ensanchó el hueco financiero en el Presupuesto del 2018 del Gobierno Central, un faltante que obligó al Ministerio de Hacienda a enviar una cuantiosa partida de gastos extras al Congreso.
Rocío Aguilar, ministra de Hacienda, confirmó que el dinero adeudado por el menor de los bancos estatales es una de las razones por las cuales el Ejecutivo solicitó un presupuesto extraordinario de ¢600.000 millones a la Asamblea Legislativa, el 31 de julio.
“Dentro de las sumas (solicitadas a la Asamblea) está el Banco Crédito Agrícola de Cartago. Hacienda tenía previsto recibir ¢133.000 millones y no ingresaron”, enfatizó Aguilar.
El Ministerio de Hacienda, bajo la dirección del anterior jerarca, Helio Fallas, invirtió millones en Bancrédito, desde abril del año pasado, con el objetivo de darle liquidez a la institución pública y así evitar su caída en irregularidad financiera.
Los recursos debían pagarse en diciembre pasado, pero la entidad financiera no pudo hacerlo y cayó en cesación de pagos; el 22 de diciembre anterior, fue intervenida por orden del Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif).
Hacienda inyectó un total de ¢131.000 millones –entre colones y dólares– en certificados de depósito a plazo emitidos por Bancrédito.
Sin embargo, la deuda se elevó hasta los ¢133.350 millones, al 31 de julio pasado, debido a los intereses generados por la mora, confirmó Marco Hernández, interventor del banco.
Impacto. Esa cifra equivale a cerca del 22% del presupuesto adicional que Hacienda remitió a la Asamblea Legislativa.
Además, cada mes que pasa, la deuda de Bancrédito se incrementa en ¢335 millones, según la estimación hecha por los interventores del Banco.
Aguilar enfatizó en la urgencia de que en la Asamblea Legislativa se apruebe el proyecto de ley para la absorción de Bancrédito por parte del Banco de Costa Rica (BCR).
El énfasis de la jerarca se fundamenta en que esta es la única vía por medio de la cual el Gobierno podría recuperar el dinero invertido en la entidad, de lo contrario es muy probable que los recursos se pierdan.
Hernández explicó que la opción de entregar en dación de pago bienes o edificios del Banco a Hacienda no es posible legalmente cuando se trata de saldar inversiones hechas por el Gobierno. Dicha figura solo puede utilizarse cuando son deudas tributarias.
“Con la solución concertada del proyecto de ley (...) no solo se lograría que todos los activos pasen al BCR para su recuperación final, sino que también se propiciaría que asuma el pasivo con Hacienda, con el cual, al final, se negociaría sus condiciones para que el BCR lo honre”, enfatizó el interventor.
La contralora Marta Acosta fue la primera en recalcar el efecto negativo de Bancrédito en las finanzas del Gobierno.
La jerarca enfatizó, en mayo anterior, que las inversiones no recuperadas tuvieron, en la práctica, un efecto real en las finanzas públicas.
Acosta argumentó que el Gobierno registró, en el 2017, un déficit fiscal de 6,2% de la producción. Empero, si se hubiera registrado el efecto de Bancrédito, el indicador subiría a 6,6% del producto interno bruto (PIB).
Desde que Hacienda depositó los recursos en Bancrédito, en el mes de abril del año anterior, la operación se defendió como parte de un proceso normal de inversiones transitorias de este ministerio.
El 19 de abril del 2017, Martha Cubillo, tesorera Nacional, confirmó a que las inversiones en la institución financiera eran de muy corto plazo y parte de las operaciones del pago de servicio de la deuda externa, las cuales se hacían en Bancrédito.
“Son recursos de las diferentes fuentes de financiamiento que ejecuta la Tesorería Nacional. Son remanentes de caja invertidos temporalmente”, afirmó Cubillo cuando se consultó si la suma colocada en el Banco era de recaudación de impuestos o captación de deuda.
La necesidad del Gobierno de captar ¢600.000 millones, para efectuar el pago de la amortización de vencimientos de deuda interna, podría salir más cara al Ministerio de Hacienda.
Así coincidieron especialistas en temas bursátiles, consultados por La Nación. También recibieron con sorpresa el anuncio del Poder Ejecutivo de la urgencia de la aprobación de un presupuesto extraordinario en el Congreso.
Para José Rafael Brenes, director general de la Bolsa Nacional de Valores, Hacienda sabía de la existencia de los vencimientos, pues estaban en manos de inversionistas desde el año pasado.
“Aquí el tema es a qué costo el Ministerio tendrá que hacer esa renovación (de títulos). El mercado sabe de esa necesidad de recursos, la duda ahora será a qué precio el Gobierno deberá pagar para hacer la renovación. Es muy probable que suban las tasas (de interés que ofrecen los bonos)”, recalcó Brenes.
Brenes añadió que el gobierno de Luis Gmo. Solís incurrió en un abuso de la figura del canje de deuda al prever que podrían renegociar los títulos de deuda de corto plazo.
“Desde el momento que hicieron las colocaciones sabían que debían efectuar las amortizaciones”, recalcó el director General de la Bolsa.
El monto requerido por Hacienda, para cancelar las colocaciones de deuda hechas a finales del 2017, equivalen al 37% de los vencimientos de bonos para el segundo semestre del año, explicó Silvia Jiménez, jefa de Análisis y Estrategia de Mercado de Valores.
“Es un hito que manifiesta un riesgo para las negociaciones del poder político y la credibilidad del Gobierno de cara a la negociación de la reforma fiscal”, afirmó Jiménez. La especialista bursátil recalcó que entrar a tapar el hueco del presupuesto de este año generará un impulso a las tasas, pues los inversionistas exigirán un rendimiento atractivo.
Sorpresivo. Para Jhonny Mora, director de Fondos de Inversión del Grupo Acobo, la noticia del requerimiento de recursos para pagar deuda interna es un balde de agua fría. “Hacienda ha competido muy agresivamente por los recursos del mercado durante este año; pero no se esperaba esta nueva necesidad. En los rendimientos del mercado se ha palpado la necesidad (de financiamiento) con tasas sumamente altas tanto en dólares como en colones”, recalcó Mora.
El especialista mencionó que el Gobierno saldrá a captar en un mercado local bastante estrujado, que se refleja en la baja del crecimiento del crédito al sector privado.
Esos sucede mientras el 20 de febrero pasado, este diario consultó a Hacienda sobre las repercusiones de las inversiones hechas en Bancrédito y, en específico, si tuvo alguna relación entre los problemas de liquidez del Gobierno a finales del 2017.
La respuesta se remitió hasta el 5 de marzo. Mauricio Arroyo, subtesorero Nacional, reconoció que en las estimaciones del Ministerio había un escenario de continuidad en las inversiones en el banco estatal.
“La Tesorería Nacional había contemplado diferentes escenarios posibles para los vencimientos de Bancrédito, y se preparó para un escenario donde se renovarían a corto plazo la mayoría de esas inversiones”, dijo Arroyo en ese momento.
La decisión de Hacienda fue –afirmó el funcionario– resolver el faltante de recursos con nuevas colocaciones de deuda en el primer semestre del 2018.
Pese a las medidas paliativas implementadas el problema continúa sin resolverse.