Bryan Ruiz vuelve a las dificultades del fútbol latino
▶ Jugó el martes en zona muy húmeda; el domingo lo hará en un lugar más fresco
Bryan Ruiz se fue en el 2006 al balompié europeo y en el 2016 cumplió una década de jugar principalmente en estadios de países como Bélgica, Holanda, Inglaterra y Portugal...
Ahora, en el segundo semestre del 2018 regresó a América para actuar en el Santos de Brasil y la realidad a la que se enfrenta es muy distinta a la que estaba acostumbrado.
El capitán de la Sele pasó de jugar en campos de primer mundo, en el que el césped parecía un paño de billar, a tener que preocuparse por desniveles en el terreno, también dejó atrás un clima apto para el deporte, con temperaturas no tan altas, para jugar de nuevo en zonas de 30 grados centígrados.
Los propios brasileños son claros en admitir que ir a jugar a su país, después de estar en el Viejo Continente, no es sencillo, y que pasan meses antes de acomodarse.
“La adaptación de un extranjero al fútbol brasileño es casi siempre muy difícil. Primero, Brasil es un país de dimensiones continentales, donde existe una variedad gigantesca de climas diferentes. En un espacio corto de tiempo, por ejemplo, un equipo puede jugar a una temperatura baja en Río Grande del Sur y luego en medio del calor y humedad del litoral en Fortaleza”, adujo Francisco de Laurentis, periodista de ESPN.
Debut. Así, por ejemplo, en el primer partido del nacional en la Serie A de Brasil, le tocó ir a Fortaleza para enfrentar al Ceará, el martes anterior. En ese partido, debió lidiar con el calor, pues esa localidad está a solo 279 metros sobre el nivel del mar.
Por otra parte, este domingo, el Santos chocará con el Atlético de Mineiro, en la ciudad de Minas Gerais, a 1.193 metros sobre el nivel del mar. Así, la temperatura variará bastante respecto a la del primer sitio que visitó el tico.
Pero, más allá de los bruscos cambios climáticos, el costarricense también debe adecuarse a terrenos de juego que no necesariamente están en las mejores condiciones.
Así como hay campos de lujo como Morumbi, Maracaná, Allianz Parque, Arena Corinthians, Mineirão; otros muestran grandes irregularidades.
“Algunos pueden ser horribles. Te pongo ejemplos como Fonte Nova (en Salvador), Ilha do Retiro (en Recife) y Presidente Vargas (en Fortaleza)”, externó De Laurentis.
Precisamente, el recinto Presidente Vargas fue donde Bryan tuvo 45 minutos.
En cuanto al nivel del certamen, la diferencia se disminuye sobre todo si se compara con la última aventura que tuvo el nacional en el Sporting lusitano.
El comunicador Thiago Arantes, de la Radio Sagres de Brasil, enfatizó en que, a nivel de organización, hay muchos cambios; no obstante, en el campo eso no afecta tanto.
“Hay muchas diferencias, pero si miramos el fútbol portugués, ya no son tan marcadas. El brasileño con la Premier alemana y demás sí tiene mucha diferencia. En Portugal hay menos velocidad y fuerza, entonces tiene mucho similar a Brasil”, expresó el periodista.
Arantes finalizó diciendo que el Santos tiene una afición muy exigente y que el campeonato está caracterizado por dos generaciones de futbolistas muy marcadas.
“A un jugador como Bryan, que es más rápido de pensamiento, le puede ir bien, porque es un equipo que sabe hacer el juego alrededor de un volante.
El fútbol brasileño tiene buenos jugadores de 22 años y también de 30 años o más”.
■