Caída en ventas de guaro reseca finanzas del CNP
Pasó de colocar 1,6 millones de cajas de Cacique al año a 450.000. Planea vender etanol a Recope para dejar números rojos
El guaro Cacique, “producto estrella” de Fanal – subsidiaria del Consejo Nacional de Producción (CNP)–, ha dejado de brillar por la estrepitosa caída de sus ventas.
La colocación de cajas de 12 litros de ese licor –que ha mantenido a flote las alicaídas finanzas del CNP– pasó de 1,6 millones, en el año 2000, a 450.000 anuales actualmente (un 72%).
Ante este panorama, el Consejo urge de un nuevo producto que rescate sus estados financieros. Su apuesta es por el etanol, producto que ofrece a la Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) para que lo distribuya con el fin de lograr un combustible más amigable con el ambiente.
“Hay que incluir la diversificación, si no nos transformamos, desaparecemos. El principal soporte del CNP para el pago de planilla es Fanal (Fábrica Nacional de Licores). Si Fanal depende de un producto (guaro Cacique) que va en desaparición, de salida o en menor mercado, nos metemos en problemas (...)”, puntualizó Rogis Bermúdez, presidente del Consejo.
En gran medida, la baja en las ventas del Cacique las explican la fabricación y consumo de licores de contrabando en el país. Según datos de la Policía de Control Fiscal (PCF), el decomiso de licores de contrabando se disparó. Por ejemplo, en el 2010 se incautaron 15.000 litros; en el 2016 esa cifra aumentó a 285.000 litros.
Otro problema es que desde el 2017, el guaro Cacique dejó de ser un producto de exportación por decisión de la Junta Directiva.
La medida se tomó luego de que se abriera una investigación penal para determinar si hubo irregularidades en el otorgamiento de descuentos y realización de exportaciones del producto.
Bermúdez rechazó ahondar en el caso por ser materia de un expediente judicial en conocimiento de la Fiscalía.
Según los estados financieros del 2017, la creación de “diversa legislación relacionada con el ámbito de establecimiento de leyes sobre impuesto a los licores-gaseosas-cervezas; así como directrices complementarias del Código de Administración Fiscal, han provocado que la Fanal reciba un impacto y detrimento significativos en su competitividad.
”Ello ha determinado la pérdida de hasta un 40% de su mercado en la última década, sumado al efecto de políticas gubernamentales de desestímulo
420 Empleados que tiene en planilla el Consejo Nacional de Producción
“DEBEMOS TENER LA VISIÓN DE DIVERSIFICAR FANAL PARA SEGUIR DÁNDOLES SOPORTE
A LOS PROGRAMAS
’’ DEL CNP.
Rogis Bermúdez
Presidente del CNP
hacia su operación y modernización. Consecuencia: rezago tecnológico, reducción de capacidades productivas y menores utilidades”, se destaca.
Tal situación provoca que Fanal reduzca “significativamente” el aporte al CNP, lo cual contrasta con su misión y el espíritu de su creación: financiar los gastos que demandan los programas agropecuarios de servicio desarrollados por el Consejo.
“Ante la espiral de contracción sustancial en los ingresos, se ve la Administración ante la disyuntiva de insuficiencia de recursos para cubrir egresos básicos y prioritarios, en consecuencia, obligada a priorizar y postergar gastos o cancelación de obligaciones también importantes como, por ejemplo, determinadas transferencias impositivas”, explica el informe financiero.
Ese documento revela que el año pasado, el 44% de los ingre- sos de Fanal se transfirieron al pago de tributos, procesos judiciales en trámite interpuestos por instancias receptoras de sus impuestos ante retrasos o rechazo del pago, multas, intereses, acuerdos de pago o sentencias judiciales.
Las pasadas administraciones multiplicaron las funciones y demandas de servicios que se delegan al CNP, mediante reformas a su ley de creación. Tal es el caso del programa de reconversión productiva (Ley 7742), la aplicación de requisitos de desempeños para frijol y maíz (Ley 8763), el fortalecimiento del Programa de Abastecimiento Institucional (PAI) e Importación de Insumos (Ley 8700) y el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018), entre otros.
“Sin embargo, ninguna complementa fuentes efectivas de ingresos adicionales que permitan confrontar con eficiencia las nuevas tareas que se le suman a las convencionales”, indica el estado financiero.
En el 2017, el Consejo registró pérdidas por ¢5.112 millones: ¢1.942 en en el CNP y ¢3.170 en la Fanal. Su presupuesto anual es de cerca de ¢71.500 millones.
Debido a que la institución operaba con déficit y con el propósito de equilibrar sus finanzas, el Gobierno le hizo transferencias por ¢7.290 millones en el 2014; ¢2.250 millones en el 2015; ¢2.000 millones en el 2016 y ¢200 millones en 2017.
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