Bancos descargan miles de datos crediticios de deudores
→Sugef pone límite a la utilización de robots para obtener esta información →El 82% de las búsquedas fueron realizadas por entidades privadas
Los bancos hicieron masivas descargas de información crediticia de 2,1 millón de deudores en los últimos tres años.
Entre agosto del 2015 y julio de este año, las instituciones financieras hicieron 100,4 millones de consultas en el Centro de Información Crediticia (CIC). El 82% fue de la banca privada, confirmó la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef).
Las cooperativas concentraron el 8,1% de las descargas, la banca pública el 6,3% y el resto de entidades el 3,8%.
El sistema –administrado por la Sugef– contiene el comportamiento de pago histórico de 2.137.115 personas y 39.939 empresas en todas las entidades financieras supervisadas.
Bernardo Alfaro, jerarca de la Superintendencia, dijo que el CIC es usado por la banca para corroborar el historial de pago –en el proceso de formalización de operaciones– y para fines de mercadeo de las entidades, es decir, ofrecer productos bancarios.
“La mayoría de consultas son de la banca privada porque es muy agresiva en el tema de tarjetas de crédito, por eso hay tanta concentración”, explicó Alfaro.
Los millones de consultas de la banca sobre información crediticia se hace mediante mediante software robot.
El CIC contiene información como el número de operaciones de crédito del deudor, el nombre de la institución que otorgó el préstamo o tarjeta, el saldo de la deuda, el tipo de moneda, monto de la cuota, frecuencia de pago, entre otras.
Esta base de datos es alimentada, mensualmente, por las entidades que remiten a la Sugef el comportamiento de pago de sus clientes.
Límite a descargas Desde el 2014, la Superintendencia detectó un “uso desproporcionado del CIC” y la utilización de programas informáticos. Aunque esos mecanismos son lícitos, los restringió a l d ía.
Además instauró un sistema de verificación transaccional, conocido como CAPTCHA, que permite solo la realización de consultas una a una y no mediante un software, se detalló en la circular SUGEF-2737-2014.
Sin embargo, hubo entidades que no cumplieron con la orden y, por eso, desde el 20 de julio anterior, la Sugef prohibió a las entidades el uso de dispositivos que bloqueen o inhabiliten la función del verificación individual del CIC de 7 a. m. a 7 p. m.
Además amplió la limitante del uso de robots las 24 horas entre el 6 y el 16 de cada mes, momento en que los bancos remiten su información a la Superintendencia.
“Se les había dicho (sobre el uso de robot); pero no con una circular tan amenazante como la de ahora“, recalcó Alfaro.
La entidad que no cumpla la orden se expone a que deba usar el CAPTCHA siempre, según la orden SGF-2234-2018. También recordó a las entidades la responsabilidad de asegurar la confidencialidad y uso adecuado de la información.
Las entidades financieras consideran valioso y útil para la salud del sistema financiero las consultas de historial de pago de los deudores.
“La consulta del CIC es uno de los elementos más importantes al valorar a los solicitantes de crédito, pues permite conocer los niveles de endeudamiento y morosidad de personas físicas y jurídicas”, manifestó Javier Barnes, gerente de crédito del Grupo Financiero BAC Credomatic.
El jerarca de la Sugef recalcó que no hay indicios de una utilización inadecuada del historial crediticio de los deudores por parte de las entidades.
Durante las consultas masivas los bancos solo obtienen el tipo de deuda del cliente, los días de atraso y la calificación del cliente que va de uno a tres, donde uno es la mejor calificación y tres la peor. Estos datos son considerados de dominio público por la Sugef.
María Isabel Cortés, directora ejecutiva de la Asociación Bancaria Costarricense, aclaró que los reportes para fines comerciales muestran información básica, como si la persona ha estado al día en sus pagos en los últimos 48 meses. Para revisar el saldo de las deudas y con cuales entidades se tienen préstamos es necesaria una autorización por escrito.
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