‘Me da miedo andar solo’, dice cartaginés atacado fuera del estadio
→Esteban Araya fue golpeado por varios sujetos cuando se acercaba al estadio →Uno de ellos, ahora en juicio, utilizó una piedra para impactar a víctima en la cabeza
“Me da miedo andar solo y caerme, o que me hagan algo. No puedo dormir, me da como insomnio, dolores de cabeza y, a veces, desesperación o ganas de llorar”, contó ante tres jueces el aficionado del equipo Cartaginés, Esteban Araya Arias, quien el 27 de agosto del 2017 sufrió una agresión por parte de aficionados del Herediano antes de un partido entre ambos clubes.
La declaración la hizo frente a los jueces Alexánder Salazar Chacón (quien preside), Rolando Morales Valladares y Edwin Reyes Odio, miembros del Tribunal Penal de Cartago, este lunes al dar inicio un juicio contra un seguidor florense de apellidos Sánchez Sanabria, por tentativa de homicidio calificado.
Araya, de 31 años, comentó que su vida cambió totalmente después del ataque: no tiene trabajo y depende para todo de sus padres, quienes son adultos mayores.
Además, todavía asiste periódicamente a terapia de lenguaje y sufre fallas frecuentes de memoria.
“No puedo andar debajo del sol. El doctor me dijo que mi sensibilidad se disparó (...). Además, tengo falta de fuerza en la mano derecha, no puedo levantar ni una botella de refresco de dos litros, me canso más rápido”, enfatizó Araya, quien toma medicamentos para la ansiedad y la depresión.
Del domingo 27 de agosto del año pasado, recuerda poco. Dice que iba para el Estadio Rafael Fello Meza con su hermano, Andrés Araya, y una amiga de él, pero después quedó solo y fue cuando se dio el enfrentamiento entre aficionados del Cartaginés y del Herediano.
“Estaban tirando piedras (...), me pegaron, no me acuerdo cuántos eran (...). El lunes yo abrí los ojos y estaba en el hospital, no sabía por qué estaba ahí”, contó el joven.
La acusación del Ministerio Público indica que Araya sufrió lesiones contusas, una fractura en el brazo derecho y excoriaciones debido a puñetazos y patadas de varios sujetos.
Otros dos hombres, de apellidos Monge Rojas y Latino Villarreal, fueron acusados por lesiones graves, mas conciliaron y se les impuso una pena de tres años de cárcel.
Empero, como se comprometieron a no cometer otro hecho doloso en cinco años, evitaron ir a prisión.
Trauma. De acuerdo con las pruebas, mientras Araya estaba en el suelo, Sánchez Sanabria, de 31 años, tomó una piedra y se la lanzó a la cabeza, agresión que quedó grabada en cámaras de la Municipalidad de Cartago. Este lunes, en el debate, fueron observados dos videos: uno de 29 minutos y otro de 14.
Araya sufrió un trauma craneoencefálico y en la actualidad no oye bien del oído derecho por un sangrado sufrido.
Además, su abogado Erick Varela Vargas, detalló que quedó con un hundimiento en la cabeza y problemas neurológicos.
Acción civil. Aparte del proceso penal, Araya pide una acción civil resarcitoria por ¢90 millones. Los demandados civiles son el Club Sport Cartaginés y la Unión Nacional de Fútbol (Unatuf). Sin embargo, para los abogados Sergio Rivera Jiménez, de la Unafut, y Rodolfo Freer Campos, de Cartaginés, la acción civil no cabe de ninguna forma.
Por su parte, Gerardo Araya, papá del afectado, reconoció: “La vida nos ha cambiado bastante y nos hemos visto afectados en lo económico, en lo laboral, en lo moral.
”Lastimosamente, Esteban ya no es el mismo (...).
”En lo personal, he tenido que estar con los pies sobre la tierra haciéndole frente a esta situación y a los problemas”.
Andrés Araya, hermano de Esteban, fue el segundo testigo este lunes. Contó que él forma parte de Fuerza Azul, barra del Cartaginés, mas no así su hermano. ■
“ME DA MIEDO ANDAR SOLO Y CAERME, O QUE ME HAGAN ALGO. NO PUEDO DORMIR, ME DA COMO INSOMNIO, DOLORES DE CABEZA Y, A VECES, DESESPERACIÓN O GANAS DE LLORAR.
Esteban Araya En su declaración como afectado, ante los jueces del Tribunal Penal de Cartago
“LA VIDA DE MI HERMANO CAMBIÓ TOTALMENTE (...) LE DAN DOLORES DE CABEZA, NO PUEDE ESTAR MUCHO AL SOL, NI MOJARSE. A VECES SE TRABA CUANDO HABLA, LE DAN MAREOS Y LA MANO A VECES TAMBIÉN LE DUELE; SIN EMBARGO, AHORA SOMOS MÁS UNIDOS.
Andrés Araya Testigo y hermano del afectado