Alto financiamiento del Gobierno eleva aún más el déficit
→ En los primeros siete meses del año, faltante es del 3,3% de la producción
El alto financiamiento que requiere el Gobierno, aunado a un menor crecimiento económico, amplía más el déficit.
Esto se da porque un mayor endeudamiento eleva el pago de intereses, mientras la ralentización de la economía reduce los ingresos por impuestos. Esta combinación provoca el mayor déficit de los últimos nueve años.
El déficit financiero del Gobierno, que surge del exceso de gastos totales sobre los ingresos totales, alcanzó en los primeros siete meses de este año un monto de ¢1,1 billones, lo cual equivale a un 3,3% de la producción esperada para este 2018. Este es el mayor déficit registrado desde el 2009, año en el cual el Gobierno comenzó a registrar faltantes tras tener dos años de superávit.
Por su parte el déficit primario (exceso de gastos totales, excluidos los intereses, sobre los ingresos totales) alcanzó un 1,9% de la producción.
“Los resultados de ingreso y gasto a solo cinco meses del cierre del 2018, nos enfrentan al déficit fiscal más alto de los últimos seis años, como resultado, principalmente, de dos factores: el alto nivel de financiamiento y la ralentización de la economía. Ante estas cifras, la reforma fiscal vuelve a tomar relevancia. Sin reforma, no es posible revertir esta tendencia”, aseguró Rocío Aguilar, ministra de Hacienda, en un boletín de prensa.
Desaceleración. Según el informe, a pesar de que para este periodo el gasto muestra una desaceleración con respecto al mismo periodo del 2017, esto no se refleja en el déficit financiero (exceso de gastos totales sobre ingresos totales), pues los ingresos tributarios tienen una tasa de crecimiento más lenta a la observaba el año pasado.
Los ingresos por impuestos pasaron de crecer un 9,7% en los primeros siete meses del 2016 respecto al mismo periodo del 2015, a un 5,6% en igual periodo del 2017 al 2016, hasta un 2,4% en el 2018 respecto al 2017.
Esto se da pese a que el índice mensual de la actividad económica muestra una tendencia al alza hasta alcanzar en junio un aumento de 4,2% respecto al mismo mes del año anterior. Los principales factores para este comportamiento son: menor crecimiento en las retenciones de tarjetas de crédito y débito, disminución en utilidades del sector financiero, finalización del efecto de la Ley de Banca para el Desarrollo sobre el impuesto a remesas al exterior, menor importación de vehículos, alza en el uso de créditos fiscales y desconexión entre crecimiento económico y recaudación de impuestos.
La jerarca añadió que cuánto más se demore el ajuste, más recursos tendremos que dedicar al pago de intereses. Este factor, aunado a la alta rigidez del gasto, impide destinar más a otros programas importantes para el desarrollo del país, como la construcción de obra pública.
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