‘Decían que nos iban a matar’
Nicaragüenses víctimas de violenta marcha xenofóbica cuentan lo sufrido
A la nicaragüense María Andrea García le tiembla la voz al expresar sus sentimientos sobre lo ocurrido el sábado, cuando un grupo la emprendió contra ella y otros de sus compatriotas en el parque la Merced, en San José.
Ese día, la Fuerza Pública detuvo a 44 personas en una manifestación xenofóbica.
Al verse en medio del disturbio se sintió desvalorizada, contó a La Nación esta madre soltera quien se gana la vida vendiendo comidas en el parque desde hace 19 años.
“Desde que yo vivo aquí (en Costa Rica), nunca habíamos aguantado una humillación así. Pero a veces nosotros, los nicaragüenses, nos quedamos callados porque no estamos en nuestro país. Sin embargo, aquí nosotros no estamos de gratis tampoco”, afirmó.
García fue parte del tímido grupo de nicaragüenses que permanecían en el parque el domingo, un día después de la manifestación.
La Fuerza Pública cerró ese espacio por 36 horas mientras se apaciguaban los ánimos y lo reabrió hasta ayer lunes.
“Lo que sufrimos y aguantamos fue demasiada humillación. Nos gritaron demasiadas cosas feas. Nos decían: ‘Nicas, hijos de tal. Váyanse, asesinos, ladrones’, y se nos tiraban encima”, relató.
Nunca visto. El mismo trago amargo sufrió Miriam del Socorro Vado, otra vendedora de comidas quien también tiene tres décadas de haber llegado a nuestro país desde Nicaragua; dos de estas las ha dedicado a comerciar en la Merced.
“En 30 años de vivir aquí, yo nunca he conocido lo que estamos viviendo ahorita. A mí se me hizo un nudo en la garganta cuando veía cómo nos trataban… Como hay nicas malos, hay ticos malos; en el mundo hay de todo”, comentó.
Vado narró que un grupo de agitadores –con camisas de equipos de fútbol– profirió improperios contra ella y sus coterráneos, e incluso agredieron físicamente a algunos.
“Vino la barra de la Liga (Deportiva Alajuelense), porque todos andaban la camisa de la Liga, a insultarnos a los nicaragüenses. Nos decían:
‘Salgan, salgan, nicas hijos de tal’…. Y nos amenazaban con que iba a venir la otra barra, la de Saprissa”, prosiguió Vado.
Cándida Rosa Pérez, otra vendedora, también insistió en que los manifestantes pertenecían a las barras de fútbol.
“Dicen que todos eran de la Liga y de Saprissa. Decían que nos iban a matar, que nos fuéramos de aquí”, expresó.
Consultados al respecto, ambos equipos afirmaron que repudian las manifestaciones xenofóbicas y reiteraron su compromiso con el respeto a la integridad de todas las personas. Así lo confirmaron a este medio Ferlin Fuentes y Patricio Altamirano, encargados de Comu- nicación del Alajuelense y Saprissa, respectivamente.
Según las entrevistadas, incluso algunos de los oficiales de la Fuerza Pública participaron de las agresiones. “La Policía no hacía nada. Más bien, golpeaban a los nicaragüenses y nos decían: ‘No están en su país. Váyanse, perros”, aseguró María Andrea García.
No obstante, rescató que “hubo unos (oficiales de Policía) muy educados. Nos pedían disculpas, pero otros fueron muy ofensivos”, agregó.
Sobre ese particular, La Nación consultó al ministro de Seguridad, Michael Soto. No fue posible obtener una respuesta.
No obstante, la Fuerza Pública condenó los actos de incitación al odio y de xenofobia, así como lo hizo el Gobierno.
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