La Nacion (Costa Rica)

Acosta descubre la India de la Madre Teresa de Calcuta

▶ El zaguero es claro en que su partida obedece a una mejor remuneraci­ón

- Esteban Valverde esteban.valverde@nacion.com

Johnny Acosta ya suma 20 días viviendo en Calcuta, India. Sí, la misma ciudad de la Madre Teresa, mujer símbolo de la compasión y la solidarida­d, quien repartió abrigo, comida y esperanza en los rincones más pobres de esta ciudad de India.

El legionario, que pasó del Rionegro Águilas, de Colombia, al East Bengal, de India, le saca el aprendizaj­e a una nueva experienci­a en el exterior.

Pese a que todavía Johnny no ha explorado a fondo Calcuta, no esconde que en pequeños traslados se nota la pobre- za extrema, situación que la Madre Teresa siempre pretendió combatir.

No considera el lugar como inseguro y destaca lo servicial de la gente, aunque le cuesta comunicars­e.

“En realidad, no he explorado mucho y no he andado mucho en la calle, pero después hay cosas que uno ve cuando va a entrenar y, la verdad es que sí, se ve mucha pobreza”, manifestó.

Johnny también dio a conocer una curiosidad que observó cuando salió por un café.

El mundialist­a de Brasil 2014 y Rusia 2018 vio cómo una persona intentaba ganarse la vida cortando pelo, pero no en un local, sino en media calle.

“Un día de estos que salí por un café me vine por otra calle y ahí en la acera había un muchacho cortando pelo en media calle. También se ven cosas fuertes porque las clases sociales están muy marcadas, para nadie es un secreto cómo es la cosa aquí”, declaró.

Acosta no ha visto muchas vacas en las carreteras, como se ve en las películas. Solo observó dos y estaban en una acera, empero sí comprobó que el tráfico es una verdadera locura.

Tránsito de locos. No se atreve a asegurar que sea peligroso andar en carro en India, pero sí es enfático en que si en Costa Rica hay quejas por la cantidad de vehículos, en ese país es un verdadero caos.

“Lo del tránsito es de locos, de locos y de locos. Es mucha la cantidad de carros y se meten por todo lado. Uno piensa que Costa Rica está lleno de carros, pero la verdad aquí es rudo y hay que andar con cuidado”, relató.

A Johnny lo recogen todos los días en el hotel y lo llevan al centro de entrenamie­ntos del Bengal. Tarda, aproximada­mente, media hora en el trayecto. Todos los días afronta presas similares a las que se hacen en La Uruca, en hora pico.

Aun así, bromea que las de Calcuta se mueven más que las nacionales.

Las principale­s dificultad­es que encontró Acosta para adaptarse a la nueva cultura fueron el idioma y el clima.

El costarrice­nse no habla hindi y tampoco inglés, por esto ha tenido que aprender algunas palabras de inglés sobre la marcha y jugársela como el propio lo definió: ‘A como se pueda’.

Pero, ¿por qué Johnny Acosta aceptó irse a India?

“Hay que ser realistas, me vi- ne a la India porque mi salario iba a ser mejor. Esto es como cualquier trabajo, si a usted le ofrecen más lo va a tomar, esta es una carrera muy corta”, respondió.

Aceptó el reto deportivo y humano de adentrarse en Calcuta, esa ciudad en la que tanto trabajó la Madre Teresa y vive una realidad que tiene como testigos a cinco millones de habitantes que la componen,

Acosta hoy tiene contrato hasta mayo en la India.

 ?? FACEBOOK DEL EAST BENGAL ?? Johnny Acosta en su presentaci­ón con el East Bengal, de India. El mundialist­a, de 35 años, tiene contrato hasta mayo.
FACEBOOK DEL EAST BENGAL Johnny Acosta en su presentaci­ón con el East Bengal, de India. El mundialist­a, de 35 años, tiene contrato hasta mayo.

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