La Nacion (Costa Rica)

HORIZONTES

- jaimedar@gmail.com Jaime Daremblum

El autócrata turco, Recep Tayyip Erdogan, desde que empezó a escalar las gradas del poder allá en el 2002, y a lo largo de su ascenso a la presidenci­a, ha relamido goloso sus victorias en el mundo de la política. Sin duda, el hombre fuerte in fieri se arregló cada peldaño de manera astuta y, al cabo de ese camino, está hoy donde siempre ambicionó encontrars­e: sentado en el sillón presidenci­al. Lástima que no anticipó el peso devastador de las graves acusacione­s que hoy encara y desdoran su corona.

Y así fue. Con el tiempo, empezaron a salir las verrugas de la corruptela en su retrato. Asimismo, sus jugarretas con algunos inversioni­stas no han realzado su honroso sitial. Su más reciente aventura, que ha recibido inusual publicidad, arrancó con Andrew Brunson, pastor evangélico norteameri­cano quien en sus 23 años de residir en las remotidade­s de Esmirna consiguió establecer una pequeña congregaci­ón. Súbitament­e, días antes de las elecciones generales del 2016, fue citado a la estación de Policía y, de seguido, remitido a prisión. No fue sino en marzo del 2018 cuando le leyeron sus cargos: espionaje y apoyar a un grupo terrorista.

Entretanto, Brunson permanecía en prisión en condicione­s deplorable­s. Su juicio fue un remedo de proceso y de nuevo lo enviaron a prisión. Así lo ratificó su abogado, quien confirmó la campaña anticristi­ana desatada por Erdogan.

En julio, durante una conferenci­a de la OTAN, Trump le planteó a Erdogan el asunto de Brunson. Erdogan respondió que soltaría a Brunson si Israel liberaba a una turca, Ebru Ozan. Trump habló con el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, quien le explicó que Ozan era agente de Hamás. En todo caso, Israel la envió de vuelta a Turquía al día siguiente. Brunson, sin embargo, continúa preso en Turquía.

Hubo también otro episodio frustrado, el del religioso Fethullah Gülen, por el cual Trump le reclamó a Erdogan. El mismo cuento. Quizás Erdogan no pensó en los riesgos de hacerle taquitos a Trump, quien a los pocos días le dobló a Turquía los aranceles para su exportació­n de metales a Estados Unidos. Ese paso fue recibido como un misil en Turquía donde su moneda, la lira, se devaluó inicialmen­te en un 20 %. De la mano, vino una elevación general de precios.

A saber lo qué hablaría el sultán con su yerno, el ministro del Tesoro. Prestamito­s de Catar, un escupitazo en la inmensidad de consecuenc­ias por jugarle bromas a Trump, quien no tiene sentido del humor.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Costa Rica