Mal control de ‘stents’ causó pérdida a Hospital San Juan
Uso de cada unidad se registraba en papel
El uso de stents, uno de los dispositivos médicos más caros que usa la Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) en sus pacientes cardíacos ($2.000 por unidad) se controlaba hasta el año pasado por medio de un sistema rudimentario: papel.
Eso ocurría en el Hospital San Juan de Dios, donde Auditoría Interna obligó a imponer controles dado que solo este año la inversión en esos aparatos es de $3 millones.
Los stents son tubos de malla fabricados con acero autoexpandible que se colocan dentro de la arteria coronaria para mantener el vaso dilatado. Se implantan en personas que tienen bloqueadas las vías coronarias, uno de los problemas de salud más frecuentes.
Pérdidas. Dado que el control se hacía por medio de papel, un trámite lento, se acumularon meses de atraso en el procesamiento de facturas, con el consiguiente aumento en los costos para el hospital, pues las compras se hacen en dólares.
Incluso, a partir de la cantidad de stents colocados a pacientes con datos incompletos, la auditoría sumó el costo de esos fallos: $215.000.
También, la Auditoría descubrió que uno de los especialistas colocaba dispositivos de una única casa proveedora, pese a que había cinco opciones.
El año pasado, intervino a 129 pacientes a quienes colocó un total de 392 stents (un pro- medio de más de tres dispositivos por persona), para una inversión total para la CCSS de $979.900. De ese gran total, $967.500 correspondían al producto de un solo proveedor.
Además, hallaron que a un paciente le puso 13 stents; a otro ocho; a otro siete. Todos de la misma casa proveedora.
“La razón que nos dio es que él creía que todos los dispositivos eran buenos, pero que él se sentía técnicamente más cómodo con un tipo de dispositivos”, dijo Ileana Balmaceda, directora médica del San Juan.
‘Mucho dinero’. Según Balmaceda, a pesar de lo rudimentario del proceso anterior, este era el único hospital que hacía control. “Se registraba el código a mano, pero aquí hay mucho dinero de por medio para llevar un control de este tipo, que se puede prestar para mucho”.
El hospital tardó siete años en cambiar de un registro manual a uno digital, el cual se concretó el año pasado. Entre el 2011 y el 2014, los $7,5 millones que se compraron en stents se controlaron por papel.
Con la digitalización, el San Juan reformó sus procedimientos. Solo en los de angioplastía –donde se colocan stents–, hay tres filtros para registrar el uso de cada insumo en un paciente.
Uno de ellos es digital, y está conectado con el sistema de expediente electrónico.
El jefe del Servicio de Medicina, Mario Sibaja Campos, explicó que están por iniciar una investigación para determinar la conveniencia del uso de cada dispositivo. Además, están por empezar con un sistema de “doble operador”: dos cirujanos que intervienen en un procedimiento, uno para operar al paciente y el otro que revisa la técnica y necesidad de insumos.
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