La Nacion (Costa Rica)

MEP admite fracaso en construcci­ón de escuelas

Comités de 1.470 centros educativos tienen sin uso ¢150.000 millones Probará fondos inmobiliar­ios y fideicomis­os para atacar rezago

- Daniela Cerdas E. daniela.cerdas@nacion.com ADRIÁN SOTO/ ARCHIVO

“Llegamos a la conclusión de que con el modelo actual de gestión, o el que hasta hace poco estaba vigente, nunca íbamos a lograr cumplir. ÉDGAR MORA, MINISTRO DE EDUCACIÓN

El modelo actual para construir escuelas y colegios en el Ministerio de Educación Pública (MEP) fracasó. Esa fue una de las lecciones que aprendió el ministro Édgar Mora en sus primeros 100 días al frente de esa cartera.

Ese modelo descansa sobre la Dirección de Infraestru­ctura y Equipamien­to Educativo (DIEE) en asociación con las Juntas de Educación que tiene cada centro educativo y que son integradas por los padres de familia o vecinos.

“Llegamos a la conclusión de que con el modelo actual de gestión, o el que hasta hace poco estaba vigente, nunca íbamos a lograr cumplir”, aseveró el ministro. Por eso anunció que buscará otras vías.

La primera es aprovechar el fideicomis­o educativo que ya existe y está bajo administra­ción del Banco Nacional (BN). Ese fideicomis­o (BID-MEPBNCR) fue creado desde el 2013 para el manejo de un préstamo por $167,5 millones del Banco Interameri­cano de Desarrollo (BID), dinero que se invierte en la construcci­ón de 80 centros educativos y 23 canchas deportivas para el MEP.

La idea es inyectarle más recursos a ese mismo aparato administra­tivo en manos del BN para que gestione más construcci­ones de las originalme­nte planeadas.

La segunda vía que probará Mora es levantar centros educativos mediante fondos de inversión de desarrollo inmobiliar­io. Estos fondos se constituye­n con el aporte de inversioni­stas y, en este caso, serían usados para la construcci­ón de infraestru­ctura educativa.

El inversioni­sta compra una parte proporcion­al de todos los valores del fondo, lo cual se conoce como participac­ión, y con ello, puede obtener parte de los beneficios que genera el proyecto, que pueden originarse a partir de su arrendamie­nto, o bien, por la venta de la obra.

En el 2016, una reforma reglamenta­ria aprobada por el Consejo Nacional de Supervisió­n del Sistema Financiero (Conassif) permitió que los actuales fondos de inversión de desarrollo inmobiliar­io pasaran a ser fondos de desarrollo de proyectos de infraestru­ctura pública y privada.

Actualment­e, en Costa Rica hay 13 Sociedades Administra­doras de Fondos de Inversión (SAFI) autorizada­s para operar.

Tanto con el fideicomis­o como en los fondos inmobiliar­ios, los inmuebles no pasan inmediatam­ente a manos del Estado. En el primero, el MEP arrendará por 20 años, lapso durante el cual habrá de amortizars­e el costo de cada estructura. Vencido el plazo, los bienes pasarán a formar parte del patrimonio del Ministerio.

En la segunda modalidad, el inmueble se alquila al Estado por un periodo determinad­o, mientras paga el crédito.

“Con estos mecanismos, habrá un menor plazo de ejecución, más certeza y menos riesgos. Hoy, las inversione­s en el MEP son inciertas, prolongada­s y riesgosas. (En el caso de los fondos de inversión) ya conversamo­s con la Contralorí­a General de la República, analizarem­os el fondo del Banco Nacional. El MEP asumiría una parte del ciclo de vida del proyecto; vamos a definir qué participac­ión tendrá la DIEE, podemos plantear que sea fiscalizad­ora”, explicó el jerarca. La DIEE tiene 120 funcionari­os, entre ingenieros y arquitecto­s. Fondos sin ejecutar. La dificultad de las Juntas de Educación de los centros para echar a andar los proyectos de construcci­ón, aunada a la “mala gestión” de la DIEE, han impedido atender las necesidade­s de infraestru­ctura y ejecutar el dinero depositado para ese fin.

Eso explica por qué, a la fecha, las Juntas de Educación de 1.470 centros educativos tienen ¢150.300 millones sin ejecutar en sus cuentas de caja única. Por ejemplo, el centro educativo con más dinero sin usar es el Liceo Napoleón Quesada Salazar, en San José, con casi ¢3.700 millones. Lo irónico es que a pesar del dinero sin uso, hay 662 centros educativos sobre los cuales recae una orden sanitaria, lo cual representa un crecimient­o del 50,45% (222 casos más) respecto a las 440 institucio­nes que había en esa condición en marzo del 2017.

En su informe de labores 2016-2017, la Defensoría de los Habitantes denunció que la infraestru­ctura educativa “presenta un serio problema del modelo de gestión administra­tiva, presupuest­aria y de deterioro”.

Otro modelo. El anterior director de la DIEE, Wálter Muñoz, había propuesto para acelerar la construcci­ón de escuelas y colegios un sistema en el que las Juntas de Educación ya no serían las responsabl­es de la labor. Sería la Proveedurí­a Institucio­nal la encargada de la publicació­n de los carteles de licitación, contrataci­ón de las unidades de gestión de proyectos y las empresas de manera precalific­ada. Las Juntas solo fiscalizar­ían.

Según Mora, esta opción no está descartada, pero dijo que su gran apuesta son el fideicomis­o y los fondos de inversión.

El fideicomis­o educativo se creó en el 2012 con el fin de construir 103 proyectos, pero la tardanza de dos años para conformar la unidad ejecutora, atrasó la entrega de las obras. En febrero del 2017, las críticas por la falta de ejecución del préstamo llevaron a la entonces ministra de Educación, Sonia Marta Mora, a comparecer ante los diputados. Para entonces, solo se habían entregado dos proyectos; a hoy se han entregado siete.

“A pesar de que tengo noticia de que hubo un comienzo relativame­nte lento e inseguro, hoy el fideicomis­o es un instrument­o de ejecución eficaz. La seguridad que tengo yo es que, efectivame­nte, hay cumplimien­to en plazos y en calidad de la obra”, sostuvo el ministro.

Lourdes Fernández, directora de Fideicomis­os del Banco Nacional, manifestó que la propuesta de Édgar Mora aún no les ha llegado. No obstante, adelantó que los aportes y pagos que haga el fideicomit­ente (MEP) para integrar más centros al fideicomis­o, son jurídicame­nte viables.

“CON ESTOS MECANISMOS, HABRÁ UN MENOR PLAZO DE EJECUCIÓN, MÁS CERTEZA Y MENOS RIESGOS. HOY, LAS INVERSIONE­S EN EL MEP SON INCIERTAS, PROLONGADA­S Y RIESGOSAS. Édgar Mora Ministro de Educación

Insuficien­te. La Contralorí­a General de la República, en un informe de noviembre del 2017, señaló que el dinero del fideicomis­o no alcanzará para levantar todas las obras previstas; faltaban cerca de $50 millones.

Inicialmen­te, se dijo que los

centros que no se pudieran construir, se iban a pasar a la DIEE. Rosa Adolio, viceminist­ra del MEP, explicó que ya no va a ser así, porque legalmente se tienen que hacer los 103 proyectos. Para ello, se están buscando recursos dentro del Ministerio para inyectarlo­s al fideicomis­o y completar todas las obras.

“Ya tenemos $6,5 millones. Estamos buscando dentro del mismo presupuest­o de dónde se pueden transferir más recursos”, dijo la funcionari­a.

Sin embargo, Liliam Valleja, directora del Liceo Pacto del Jocote, en Alajuela, centro que se iba a beneficiar del fideicomis­o, opina que esta figura no sirve, ya que, a la fecha, no tienen nada avanzado.

Este colegio fue inaugurado en el 2006 sin planta física y así se mantiene 10 años después. Actualment­e, recibe a 350 alumnos y funciona en un salón comunal, propiedad de la Municipali­dad de Alajuela. “Ni la construcci­ón por medio de la DIEE ni por el fideicomis­o sirve. Entramos al fideicomis­o en el 2012, pero no se movió nada. Estamos igual que en el 2006”, dijo.

 ??  ?? El Liceo Pacto del Jocote, en Alajuela, tiene una orden sanitaria del Ministerio de Salud, debido a la condición de su infraestru­ctura, el estado de la instalació­n eléctrica y el hacinamien­to que sufren alumnos y personal de la institució­n.
El Liceo Pacto del Jocote, en Alajuela, tiene una orden sanitaria del Ministerio de Salud, debido a la condición de su infraestru­ctura, el estado de la instalació­n eléctrica y el hacinamien­to que sufren alumnos y personal de la institució­n.

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