MEP admite fracaso en construcción de escuelas
Comités de 1.470 centros educativos tienen sin uso ¢150.000 millones Probará fondos inmobiliarios y fideicomisos para atacar rezago
“Llegamos a la conclusión de que con el modelo actual de gestión, o el que hasta hace poco estaba vigente, nunca íbamos a lograr cumplir. ÉDGAR MORA, MINISTRO DE EDUCACIÓN
El modelo actual para construir escuelas y colegios en el Ministerio de Educación Pública (MEP) fracasó. Esa fue una de las lecciones que aprendió el ministro Édgar Mora en sus primeros 100 días al frente de esa cartera.
Ese modelo descansa sobre la Dirección de Infraestructura y Equipamiento Educativo (DIEE) en asociación con las Juntas de Educación que tiene cada centro educativo y que son integradas por los padres de familia o vecinos.
“Llegamos a la conclusión de que con el modelo actual de gestión, o el que hasta hace poco estaba vigente, nunca íbamos a lograr cumplir”, aseveró el ministro. Por eso anunció que buscará otras vías.
La primera es aprovechar el fideicomiso educativo que ya existe y está bajo administración del Banco Nacional (BN). Ese fideicomiso (BID-MEPBNCR) fue creado desde el 2013 para el manejo de un préstamo por $167,5 millones del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dinero que se invierte en la construcción de 80 centros educativos y 23 canchas deportivas para el MEP.
La idea es inyectarle más recursos a ese mismo aparato administrativo en manos del BN para que gestione más construcciones de las originalmente planeadas.
La segunda vía que probará Mora es levantar centros educativos mediante fondos de inversión de desarrollo inmobiliario. Estos fondos se constituyen con el aporte de inversionistas y, en este caso, serían usados para la construcción de infraestructura educativa.
El inversionista compra una parte proporcional de todos los valores del fondo, lo cual se conoce como participación, y con ello, puede obtener parte de los beneficios que genera el proyecto, que pueden originarse a partir de su arrendamiento, o bien, por la venta de la obra.
En el 2016, una reforma reglamentaria aprobada por el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) permitió que los actuales fondos de inversión de desarrollo inmobiliario pasaran a ser fondos de desarrollo de proyectos de infraestructura pública y privada.
Actualmente, en Costa Rica hay 13 Sociedades Administradoras de Fondos de Inversión (SAFI) autorizadas para operar.
Tanto con el fideicomiso como en los fondos inmobiliarios, los inmuebles no pasan inmediatamente a manos del Estado. En el primero, el MEP arrendará por 20 años, lapso durante el cual habrá de amortizarse el costo de cada estructura. Vencido el plazo, los bienes pasarán a formar parte del patrimonio del Ministerio.
En la segunda modalidad, el inmueble se alquila al Estado por un periodo determinado, mientras paga el crédito.
“Con estos mecanismos, habrá un menor plazo de ejecución, más certeza y menos riesgos. Hoy, las inversiones en el MEP son inciertas, prolongadas y riesgosas. (En el caso de los fondos de inversión) ya conversamos con la Contraloría General de la República, analizaremos el fondo del Banco Nacional. El MEP asumiría una parte del ciclo de vida del proyecto; vamos a definir qué participación tendrá la DIEE, podemos plantear que sea fiscalizadora”, explicó el jerarca. La DIEE tiene 120 funcionarios, entre ingenieros y arquitectos. Fondos sin ejecutar. La dificultad de las Juntas de Educación de los centros para echar a andar los proyectos de construcción, aunada a la “mala gestión” de la DIEE, han impedido atender las necesidades de infraestructura y ejecutar el dinero depositado para ese fin.
Eso explica por qué, a la fecha, las Juntas de Educación de 1.470 centros educativos tienen ¢150.300 millones sin ejecutar en sus cuentas de caja única. Por ejemplo, el centro educativo con más dinero sin usar es el Liceo Napoleón Quesada Salazar, en San José, con casi ¢3.700 millones. Lo irónico es que a pesar del dinero sin uso, hay 662 centros educativos sobre los cuales recae una orden sanitaria, lo cual representa un crecimiento del 50,45% (222 casos más) respecto a las 440 instituciones que había en esa condición en marzo del 2017.
En su informe de labores 2016-2017, la Defensoría de los Habitantes denunció que la infraestructura educativa “presenta un serio problema del modelo de gestión administrativa, presupuestaria y de deterioro”.
Otro modelo. El anterior director de la DIEE, Wálter Muñoz, había propuesto para acelerar la construcción de escuelas y colegios un sistema en el que las Juntas de Educación ya no serían las responsables de la labor. Sería la Proveeduría Institucional la encargada de la publicación de los carteles de licitación, contratación de las unidades de gestión de proyectos y las empresas de manera precalificada. Las Juntas solo fiscalizarían.
Según Mora, esta opción no está descartada, pero dijo que su gran apuesta son el fideicomiso y los fondos de inversión.
El fideicomiso educativo se creó en el 2012 con el fin de construir 103 proyectos, pero la tardanza de dos años para conformar la unidad ejecutora, atrasó la entrega de las obras. En febrero del 2017, las críticas por la falta de ejecución del préstamo llevaron a la entonces ministra de Educación, Sonia Marta Mora, a comparecer ante los diputados. Para entonces, solo se habían entregado dos proyectos; a hoy se han entregado siete.
“A pesar de que tengo noticia de que hubo un comienzo relativamente lento e inseguro, hoy el fideicomiso es un instrumento de ejecución eficaz. La seguridad que tengo yo es que, efectivamente, hay cumplimiento en plazos y en calidad de la obra”, sostuvo el ministro.
Lourdes Fernández, directora de Fideicomisos del Banco Nacional, manifestó que la propuesta de Édgar Mora aún no les ha llegado. No obstante, adelantó que los aportes y pagos que haga el fideicomitente (MEP) para integrar más centros al fideicomiso, son jurídicamente viables.
“CON ESTOS MECANISMOS, HABRÁ UN MENOR PLAZO DE EJECUCIÓN, MÁS CERTEZA Y MENOS RIESGOS. HOY, LAS INVERSIONES EN EL MEP SON INCIERTAS, PROLONGADAS Y RIESGOSAS. Édgar Mora Ministro de Educación
Insuficiente. La Contraloría General de la República, en un informe de noviembre del 2017, señaló que el dinero del fideicomiso no alcanzará para levantar todas las obras previstas; faltaban cerca de $50 millones.
Inicialmente, se dijo que los
centros que no se pudieran construir, se iban a pasar a la DIEE. Rosa Adolio, viceministra del MEP, explicó que ya no va a ser así, porque legalmente se tienen que hacer los 103 proyectos. Para ello, se están buscando recursos dentro del Ministerio para inyectarlos al fideicomiso y completar todas las obras.
“Ya tenemos $6,5 millones. Estamos buscando dentro del mismo presupuesto de dónde se pueden transferir más recursos”, dijo la funcionaria.
Sin embargo, Liliam Valleja, directora del Liceo Pacto del Jocote, en Alajuela, centro que se iba a beneficiar del fideicomiso, opina que esta figura no sirve, ya que, a la fecha, no tienen nada avanzado.
Este colegio fue inaugurado en el 2006 sin planta física y así se mantiene 10 años después. Actualmente, recibe a 350 alumnos y funciona en un salón comunal, propiedad de la Municipalidad de Alajuela. “Ni la construcción por medio de la DIEE ni por el fideicomiso sirve. Entramos al fideicomiso en el 2012, pero no se movió nada. Estamos igual que en el 2006”, dijo.