Daniel Ortega expulsa del país a la misión de la ONU
ONU publicó días atrás un informe con duros señalamientos al Gobierno
MANAGUA. AFP. - El presidente nicaragüense Daniel Ortega ordenó la salida del país de una misión del Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas (ONU), tras un contundente informe del organismo sobre la represión en esta nación centroamericana, anunció este viernes la Cancillería en una carta distribuida a los medios de prensa.
“Considerando que han cesado las razones, causas y condiciones que dieron origen a dicha invitación (a la misión de la ONU), este Ministerio (de Relaciones Exteriores) comunica que da por concluida la invitación y finalizada la visita a partir de hoy 30 de agosto de 2018”, indica la misiva, fechada jueves pero dada a conocer un día después.
El representante de la misión, Guillermo Fernández Maldonado, fue llamado a una reunión con el canciller Denis Moncada.
El grupo había llegado a Nicaragua el 24 de junio y “le ha comunicado al Gobierno la salida de este equipo (de cuatro miembros) el 1.° de setiembre”, expresó Fernández a la prensa al salir de la cita.
El funcionario se mostró sorprendido por la reacción gubernamental: “No esperábamos que hubiera una decisión en este sentido”.
Molestia. La medida llega dos días después de que el organismo internacional emitiera un informe en el que confirmó abusos contra los manifestantes, algo que el Gobierno calificó como una “extralimitación” de facultades.
Desde el inicio de las protestas, en abril pasado, la violencia en este país suma más de 320 muertos, 2.000 heridos y una cantidad no exacta de detenidos, desaparecidos, así como miles de desplazados a Costa Rica.
El Alto Comisionado anunció, en un comunicado, que “proseguirá su labor” de monitorear la situación de derechos humanos en Nicaragua “de forma remota”, cumpliendo el mandato conferido por la Asamblea General de la ONU.
También manifestó que continuará apoyando a las víctimas y sus familiares y reiteró su disposición para apoyar a las autoridades de manera que Nicaragua pueda cumplir sus obligaciones internacionales de derechos humanos.
Para José Miguel Vivanco, director de la organización privada Human Rights Watch para las Américas, con “la expulsión de los funcionarios de Naciones Unidas, Ortega le toma el pulso a (la chilena Michelle Bachelet), quien asumirá en pocos días como Alta Comisionada para Derechos Humanos”.
Represión. La decisión del Gobierno fue acompañada de un ambiente de intimidación cerca de la sede de Naciones Unidas en Managua, hasta donde se desplazaron grupos de simpatizantes del Gobierno, con música de protesta y haciendo estallar potentes bombas artesanales. Según las autoridades, la invitación a la misión de la ONU tenía como objetivo acompañar el desmantelamiento de los bloqueos de carretera que los manifestantes antigubernamentales tuvieron hasta julio anterior, cuando la Policía los eliminó durante una violenta campaña denominada “operación limpieza”.
Ortega, de 72 años de edad y 11 en el poder, había refutado el miércoles el informe, al acusar al organismo de la ONU de ser “un instrumento de políticas de terror, mentira e infamia”.