Ciencia trabaja en hallar un fármaco para el dolor que no genere adicción
Un grupo de investigadores de la Escuela de Medicina Wake Forest, en Estados Unidos, trabaja en conseguir un medicamento para el dolor que no cause adicción.
Esto, para ayudar a combatir la crisis de sobredosis de fármacos opiáceos u opiodes –derivados del opio, como la morfina o la codeína, que generan adicción y dependencia–.
Datos del Centro de Control de Enfermedades de EE. UU. (CDC, por sus siglas en inglés), señalan que esta crisis cobró la vida de más de 72.000 personas en el 2017, un 10% más de las muertes causadas en el 2016.
A esto se deben sumar las estimaciones que indican que unos 2,1 millones de personas son adictas a este tipo de medicamentos, solo en este país norteamericano.
Los científicos advierten, sin embargo, de que este fármaco experimental solo ha sido probado en animales –específicamente en macacos Rhesus, también conocidos como monos Rhesus– y que aún faltan pruebas para poder comenzar los primeros ensayos clínicos con seres humanos.
No obstante, el compuesto, conocido como AT-121, ya da esperanzas. Este compuesto químico tiene un efecto terapéutico dual que suprime los efectos adversos que tienen los opiodes, pero que igual tiene un efecto analgésico similar a la morfina.
Los resultados del estudio, que cuenta con el apoyo del Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA, por sus siglas en inglés) fueron publicados el jueves anterior en la revista Science Translational Medicine.
“En nuestro estudio, encontramos que AT-121 es segura, no adictiva, y es eficaz para calmar el dolor. Además, ayuda a bloquear la adicción que algunas personas puedan haber desarrollado a opiáceos de prescripción. Entonces, esperamos que no solo ayude como analgésico, sino para tratar el abuso de opiáceos”, destacó Mei-Chan Ko, investigador principal y profesor de Fisiología y Farmacología en Wake Forest.
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