La frustración es la amiga inseparable de Cartaginés
CARTAGO. Cartaginés tuvo a la frustración como compañera inseparable en los últimos dos certámenes. Esa sensación nunca los dejó en paz y cuando pensaban que en el Apertura 2018 la habían abandonado por completo, de nuevo se les pegó como estampilla.
Una vez más llegan las rachas negativas a la Vieja Metrópoli, esos juegos que terminan con lamentos y reclamos. Los brumosos llegaron a cinco duelos sin ganar, tras un empate más, en casa ante la UCR.
La igualdad los dejó con apenas ocho unidades en siete presentaciones, en el sétimo lugar y a cinco unidades de zona de clasificación. El Fello Meza no pesó, algo que se hizo costumbre, y los seguidores que se presentaron se quedaron sin saborear el dulce sabor del triunfo.
Es imposible no reconocer que hay una mejoraría en los centenarios. Incluso, en la etapa inicial mostraron actitudes que perdieron por completo en torneos anteriores: ambición, coraje y espíritu de lucha.
Los universitarios les dieron una bofetada primero y los obligaron a poner la rodilla en el piso. Apenas en 11 minutos la U aprovechó una confusión en la zaga brumosa, Francisco Rodríguez tomó la pelota, encaró y definió a placer.
Caras largas e impotencia para los dueños de casa, quienes tragaron grueso, levantaron la mirada y lejos de venirse abajo, como era usual, se lanzaron con más apetito por su presa.
El juego de buena elaboración se mantuvo, las transiciones rápidas y a un toque, en mu- chos casos, hicieron que la visita se arrinconara.
Paolo Jiménez por poco empata de tiro libre, Nelson Barahona y Marcel Hernández también tuvieron la suya y fallaron. No obstante, su revancha llegó, Jiménez centró perfecto en el 35’ y Hernández cerró en el segundo palo con su cabeza para dar tranquilidad a su gente.
La ambición brumosa dio para más. Cristopher Núñez probó al arquero Erick Sánchez y nuevamente el ariete de Cuba tocó la puerta.
Al 44’, Paolo lanzó un servicio milimétrico y esta vez fue Núñez quien sorprendió para ganar de cabeza y darles la ventaja a los blanquiazules.
Sin embargo, todo el empuje, la intensidad y la presión pasó factura en los de la Vieja Metrópoli. El desgaste llegó, ya no sé dieron transiciones rápidas, tampoco llegadas claras; la UCR ganó terreno y empezó la zozobra en los de casa.
Y no fue para menos, en el 73’ Darryl Parker derribó a Frank Zamora dentro del área, el central no dudó en sancionar el penal y el propio Zamora cobró desde el manchón blanco, en el 74’, para decretar la igualdad.
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