Viajeros sufrieron para llegar al aeropuerto
Visiblemente molestos y cargando su equipaje, decenas de turistas caminaron, la mañana de este martes, por la autopista General Cañas para llegar al aeropuerto internacional Juan Santamaría.
Los viajeros decidieron bajarse de los vehículos que los transportaban a la terminal, luego de que una marcha de manifestantes causara un embotellamiento en el carril del sentido San José-Alajuela.
Entre los apresurados caminantes iba una pareja de estadounidenses, que recorrió un kilómetro a pie con el fin de no perder su vuelo con rumbo a Miami, Estados Unidos.
Ninguno quiso hablar, pero estaban bastante agotados debido el fuerte sol.
Atrás de ellos iba Ivanka Megan, quien tenía que tomar un avión hacia Los Ángeles.
Entre tanto, los esposos Antonio Straing y Silvina Idiviasi, de Argentina, intentaban ponerle buena cara a la situación, aunque tuvieron que caminar más de dos kilómetros.
Ellos dijeron haberse ido con buen tiempo al aeropuerto pues, según manifestaron, en su país están acostumbrados a vivir ese tipo de situaciones.
“Siempre nos tocó caminar algo y, con este sol, está fuerte. Pero bueno, esto pasa en muchos lados”, aseguraron.
Ante esta situación, la empresa Aeris, administradora del Santamaría, facilitó un autobús para transportar a los turistas hacia la terminal.
Vandalismo y cárcel. En otra arista de la huelga, el plantel de Recope en Moín, Limón, sufrió un acto de sabotaje ejecutado por empleados que apoyan la huelga, informó Casa Presidencial.
El suministro eléctrico fue cortado y todo apunta a funcionarios que sabían dónde estaban los componentes.
Recope denunció el caso penalmente y, si logra identificar a los responsables, los puede despedir sin responsabilidad patronal, según el artículo 369 del Código de Trabajo.
Si los trabajadores cometen actos violentos, el patrono debe documentar la falta y abrir un procedimiento disciplinario interno o ante el Ministerio de Trabajo, lo que podría terminar con el despido con justa causa, sin tener que esperar si la huelga es calificada como ilegal, explicó el abogado Marco Durante, del bufete BDS Asesores.
Aclaró que la huelga es un derecho de los empleados de suspender de forma pacífica sus labores para defender sus intereses, por lo que “de ninguna forma puede confundirse el derecho de huelga con actos de violencia. La huelga, por su propia naturaleza, tiene necesariamente que ser pacífica, nunca puede perder su carácter pacífico”, expresó el jurista.
Durante resaltó que “la huelga que hoy vive el país tiene una connotación particular y es que los trabajadores que apoyan el movimiento no luchan contra sus respectivos patronos, se están oponiendo a un proyecto de ley que está en discusión en el Poder Legislativo”.
“Esta situación, sin duda, pesará mucho en el momento en que los jueces de Trabajo analicen la legalidad o ilegalidad de la huelga”, opinó.
Mientras, 27 instituciones públicas han solicitado la declaratoria de ilegalidad. Los jueces ya notificaron a los sindicatos de 12 de estas entidades.
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