Bancrédito multado por ‘negligencia’ en manejo de fondos
→Sugef: Banco no fiscalizó uso de dinero público que facilitó a cooperativa →SBD concluyó que ni mipymes ni emprendedores recibieron recursos
La Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) sancionó a Bancrédito por su “negligencia” en el manejo de ¢1.980 millones del Sistema de Banca para el Desarrollo (SBD), destinado a pymes, emprendedores, microempresas y mipymes agropecuarias.
La Superintendencia multó a la entidad pública con el pago de ¢179 millones –0,5% de su patrimonio– por incurrir en una “culpa grave” al no verificar el uso de dichos fondos públicos, según el informe SGF-1759-2018, del 8 de junio anterior.
El documento, del cual tiene copia La Nación, detalla que el Banco Crédito Agrícola de Cartago (Bancrédito) dio los recursos del Fondo de Financiamiento para el Desarrollo (Fofide), parte del SBD, a CoopeAmistad, cooperativa de trabajadores de Dos Pinos.
Sin embargo, el dinero prestado a la cooperativa nunca llegó a los destinatarios establecidos por la legislación informó la Dirección Ejecutiva de Banca para el Desarrollo, en abril del 2017, a la Sugef, lo cual dio origen a la investigación contra el banco estatal.
Mientras que el Consejo Rector del SBD revocó a CoopeAmistad, el año pasado, su licencia para prestar dinero del sistema. R NOTA APARTE.
“Se evidencia culpa grave del Área de Seguimiento y de la Auditoría Interna de Bancrédito, que a través de sus funcionarios, actuaron con negligencia en la verificación del cumplimiento de las obligaciones asumidas por esa entidad (...), no solo por disponerlo expresamente la ley, sino además porque los fondos públicos Fofide, de cuyo acervo se prestó ¢1.980 millones a CoopeAmistad, son patrimonio del Banco”, argumentó la Superintendencia antes de imponer la multa.
La ley del SBD establece que cada banco público debe destinar el 5% de sus utilidades netas anuales –tras el pago de impuestos– a las pymes. El dinero puede prestarlo directamente la institución o como banca de segundo piso, es decir dándolo a una tercera entidad autorizada a colocar los recursos, en este caso la cooperativa.
Bernardo Alfaro, jerarca de la Sugef, confirmó que el Banco “incumplió con sus obligaciones de control como operador de segundo piso y por eso fue sancionado”.
Marco Hernández, interventor de Bancrédito, corroboró las omisiones de la entidad y dijo que pagarán la multa.
La sanción quedó en firme el pasado 17 de agosto, luego de que el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) declarara sin lugar la apelación presentada por la entidad cartaginesa, corroboró Luis Carlos Delgado, presidente del Consejo.
Bancrédito será absorbido por el Banco de Costa Rica, el 30 de noviembre próximo, luego de que la entidad fuera declarada inviable financieramente por el Conassif en marzo anterior.
Hallazgos. La investigación efectuada por la Superintendencia confirmó que, en noviembre del 2015, el Consejo rector del SBD acreditó a Bancrédito como operador financiero de Banca para el Desarrollo.
En la misma autorización se advirtió al banco público de que los recursos debían dirigirse a emprendedores, microempresas, pymes, mipymes agropecuarias, microempresas y como microcréditos.
En marzo del 2016, la entidad acordó dar la totalidad de los fondos de Fofide a CoopeAmistad. Entre ese mes y diciembre no efectuó ningún tipo de supervisión, solo reportó el saldo de la operación crediticia, se detalla en el informe.
Al momento de aprobarse el crédito para CoopeAmistad, Jean Jacques Oguilve era el presidente de la Junta Directa de Bancrédito y Gerardo Porras ocupaba el cargo de gerente general.
“Se evidenció, que durante el año 2016, ese fue el único crédito financiado con fondos Fofide. Por lo que, para entonces la experiencia del Banco dentro del Sistema era incipiente”, se recalca en el informe SGF-1759-2018.
La Sugef comprobó que, tras la aprobación de la operación crediticia, no hubo posterior seguimiento de la actuación de la cooperativa ni medición de impacto de los préstamos.
Tampoco se encontró que la entidad bancaria pidiera a CoopeAmistad información de los beneficiarios de los créditos, ciclos productivos de los destinatarios de los recursos, ni verificación del cumplimiento de las metas de colocación.
Pese a los incumplimientos encontrados, la Sugef no evidenció intencionalidad, malicia, ni dolo en los funcionarios del Banco Crédito Agrícola.
Hernández dijo que no hubo un daño a fondos públicos porque el crédito es pagado de manera normal por la cooperativa.