El ‘negocio’ brumoso puede agudizar una crisis ya insostenible
Cartaginés y Herediano se dieron la mano y concretaron lo que ambos consideran un “negocio” rentable: el traspaso de Paulo Wanchope después de 10 jornadas de campeonato, una sola victoria y el sótano a solo tres puntos.
Los brumosos recibieron una indemnización por aceptar el finiquito del contrato, mientras que los florenses llenaron la vacante en su banquillo. Parece simple, pero al analizar el contexto a fondo, el trato no es igual de favorable para los centenarios.
Como si no fuera suficiente hacerle frente a la crisis financiera que atraviesan, los problemas deportivos, los atrasos salariales y una asamblea de accionistas clave para definir la salvación del club, ahora los blanquiazules suman a su lista de adversidades el golpe emocional y estructural de quedarse sin entrenador a mitad de torneo. Este último acontecimiento es casi como echarle gasolina al fuego.
Repercusiones. Los centenarios arrastran serios problemas económicos, los pasivos superan por mucho los ingresos y acarrean un fideicomiso de $1,8 millones que tiene el estadio como garantía. Wanchope participó en diferentes reuniones con patrocinadores y al final sumó para atraer nuevas marcas; sin embargo, ya dejó al equipo.
Otro asunto es la falta de pago a la planilla que armó Chope. La dirigencia no logra cumplir y actualmente adeuda entre mes y mes y medio, por más esfuerzos que realizan. Los 13 futbolistas que fichó el extimonel y los que ya estaban en el equipo no cuentan con estabilidad.
Adicionalmente, los de la Vieja Metrópoli tendrán una reunión vital con sus socios el próximo lunes. La directiva planteará una opción para dar en administración a la institución o abrir la puerta a inversionistas. El fiscal también expondrá lo que considera irregularidades con la personería jurídica y el fideicomiso. Todo esto con un ambiente convulso al quedarse sin entrenador.
Finalmente, en la parte deportiva Cartaginés también está en alerta, inmerso en una racha de ocho partidos sin ganar (cinco empates y tres derrotas), en el noveno puesto, con solo nueve puntos –de 30 posibles– y con apenas tres unidades más que el último lugar (Limón).
Ahora la incertidumbre rodea a un plantel que estructuró Wanchope a su antojo. El golpe anímico fue directo en un camerino que estaba a gusto con el entrenador y lo último que esperaba era perder al capitán del barco en media crisis.
Incluso, el proyecto integral que había planteado Paulo César quedó sin cabeza; hasta las ligas menores se ven afectadas al cortarse el proceso que defendía el ahora exentrenador.
Encontrar un nuevo técnico no parece nada sencillo para la directiva blanquiazul. Más allá del dinero que puedan recibir de Herediano por Chope, el “negocio” no se ve tan rentable y equitativo. Pasar la página será complejo, luego de un impacto en todas las áreas y que deja más inestables a los brumosos.