Solís culpa a Hacienda por hueco en pago de deuda
Señala a ‘técnicos’ de su mandato por faltante de ¢600.000 millones
5 horas ante diputados
Se sacude la responsabilidad y alega que funcionarios no presupuestaron dinero de bonos
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El exmandatario Luis Guillermo Solís evadió su responsabilidad en la subestimación del Presupuesto Nacional del 2018 para el pago de la deuda interna de corto plazo, que terminó por agotar en tan solo un mes los fondos que debían ser suficientes para un año.
En vez de asumir responsabilidades políticas ante diputados que lo llamaron a dar cuentas, culpó indirectamente a los funcionarios del Ministerio de Hacienda, con especial reiteración en el equipo técnico, tal como lo había hecho el exvicepresidente y exministro de Hacienda Helio Fallas.
Además de delegar la responsabilidad, Solís afirmó que nunca fue advertido de un hueco presupuestario (que llegó a los ¢600.000 millones) ni sobre la necesidad de elaborar un presupuesto extraordinario para enmendar la subestimación inicial en el plan de gastos. Este jueves, en una comparecencia de cinco horas, Solís rindió explicaciones ante la comisión de Ingreso y Gasto Público de la Asamblea Legislativa sobre este faltante que dejó su gobierno a la administración Alvarado Quesada, la que asumió el poder el 8 de mayo.
Consultado reiteradamente por los diputados sobre a quiénes correspondía hacer un cálculo preciso de la deuda, atribuyó esa responsabilidad al Ministerio de Hacienda.
Una de esas respuestas la ofreció ante pregunta de la diputada liberacionista Franggi Nicolás. “En primer lugar, quiero indicar que la elaboración de los presupuestos es un proceso técnico que elabora el Ministerio de Hacienda y sus equipos y que están basados en certificaciones de ingresos esperables de la Contraloría General de la República y del Banco Central”, respondió el expresidente.
Evasivas. Sin embargo, posteriormente, Solís respondió con evasivas a la legisladora cuando le preguntó directamente si responsabilizaba a los jerarcas de Hacienda y de la Tesorería Nacional. “No, señora, lo que estoy diciendo es que el presupuesto pasa por diferentes etapas, una de ellas es la elaboración técnica del documento”, alegó el exmandatario.
También eludió responder las preguntas de la liberacionista Yorleny León, quien le cuestionó por qué se dejaron de presupuestar ¢300.000 millones que luego se convirtieron en los ¢600.000 millones para el pago de la deuda de corto plazo, con la mera expectativa de que esa deuda se pudiera renegociar a un plazo mayor.
“Los presupuestos de la República son elaborados por técnicos de Hacienda, asumiendo disposiciones que están en la ley. El presidente no hace los presupuestos”, indicó Solís.
Agregó: “Las estimaciones presupuestarias que hacen los técnicos de Hacienda, que certifican, se realizan allí, donde estos manejos de las cifras se tienen a la mano, que es en el Ministerio de Hacienda”.
Ante las respuestas de Solís, León repreguntó: “¿Entonces usted me está diciendo que son los funcionarios de Hacienda los responsables de no incorporar los ¢300.000 millones?”, a lo cual el exmandatario respondió: “Se presupuestó todo lo que se consideró presupuestar por los técnicos de Hacienda”.
Además de negar injerencia en la elaboración del Presupuesto 2018, aseguró que cuando el Gobierno requirió de más contenido presupuestario avalado por el Congreso, no se solicitó un presupuesto extraordinario, porque los técnicos de Hacienda no dieron a tiempo una cifra exacta para enviar la solicitud al Congreso.
“El monto nunca fue suficientemente preciso para hacer un presupuesto extraordinario, como lo requiere la ley. Ese proceso fue instruido precisamente el 26 de abril, fue instruido a que se limpiara el monto de forma tal que se hiciera el presupuesto extraordinario, y no teniendo un monto, eso no es posible”, comentó Solís. Según el exgobernante, ese dato estuvo listo hasta julio, cuando finalmente Hacienda envió un presupuesto extraordinario para estudio de los legisladores.
Solís negó conocer sobre estos faltantes presupuestarios. “Nunca hubo acción u orden de ocultar o posponer el envío de un presupuesto extraordinario por razones políticas electorales”, alegó bajo juramento ante la Comisión de Gasto Público.
Ante las consultas de Nicolás, Solís alegó que en su mandato se hicieron esfuerzos, tanto para colocar deuda en buenas condiciones, como para la aprobación del proyecto fiscal.
“Cuando hablo del mal llamado ‘hueco fiscal’, que en realidad es solo un faltante presupuestario, se podría haber solucionado si se hubiera aprobado el plan fiscal. Es mal llamado ‘hueco’, porque no fue que desaparecieron los recursos de la noche a la mañana. “Rechazo la insinuación de que ocultamos información con fines políticos”, dijo cuando la diputada Nicolás lo increpó por no advertir al Congreso sobre el faltante.
El sentimiento generalizado entre los diputados, tras la comparecencia, fue de disconformidad, pues alegaron que los jerarcas del gobierno pasado no admiten su responsabilidad sobre el hueco presupuestario.