Fideicomisos o licitaciones, las alternativas del Estado
Ante la falta de recursos propios, la salida que tiene el Estado para construir obra pública es a través de la figura del fideicomiso, o bien, con licitaciones públicas, donde la empresa privada y los bancos ayuden con el financiamiento.
Al mismo tiempo, se dispone de un empréstito con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) por $850 millones, aprobado desde el 2008, para obra pública que no se ha ejecutado en su totalidad.
Incluso, el ministro de Obras Públicas y Transportes, Rodolfo Méndez, ya anunció que presentará un proyecto de ley a la Asamblea Legislativa para reasignar $350 millones de ese préstamo para apurar la ejecución de proyectos viales atrasados en Limón, San Carlos, San Ramón y Cartago.
La contralora Marta Acosta va más allá. Ella afirma que el problema para construir obra pública no se limita solo a la falta de recursos, sino también a la ausencia de planificación y las dificultades para ejecutar préstamos internacionales como el del BID. “El país tampoco ha sabido ejecutar bien esos recursos, tendríamos quizá más obra pública en este momento, e igual estamos pagando comisiones de compromiso por algunos créditos internacionales que no se han usado”, dijo Acosta, quien considera que la figura del fideicomiso no necesariamente es la mejor opción.
“Un tema importante, que a nosotros nos preocupa, es ver cómo se convirtió que todo es por fideicomiso, se lo doy a alguien y ya (...).
”Siempre hemos dicho que antes de optar por un fideicomiso, la Administración tiene que pensar en cuáles otras opciones tiene, a veces se cree que es mejor un fideicomiso que una licitación pública y no necesariamente. ¿Cuánto me va a costar? Las comisiones de algunos fideicomisos son muy altas”, expresó Acosta.
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