Aprobación y recelo entre legisladores ante las medidas
“NOS PARECE QUE ES UNA MEDIDA DE URGENCIA QUE HA TOMADO LA MINISTRA (ROCÍO AGUILAR) EN UN MOMENTO QUE NO PROCEDE, SOBRE TODO PORQUE ES PREVIA A UNA REFORMA FISCAL Y FUE TOMADA EN MEDIO DE UNA MANIFESTACIÓN CIU ’ DAD ’ ANA.
Wálter Muñoz
Jefe de fracción del PIN
Como suele ocurrir en la Asamblea Legislativa, la división de criterios entre los diputados se hizo sentir este martes luego de las medidas urgentes tomadas por el Gobierno para pagar salarios, ayudas sociales y deuda pública.
La aprobación y el recelo se vieron las caras en el Congreso ante la decisión del Gobierno de recurrir a un mecanismo excepcional para cubrir los gastos del mes.
Los jefes de fracción de Acción Ciudadana (PAC), Liberación Nacional (PLN) y la Unidad Social Cristina (PUSC) dijeron estar conscientes de que la disposición fue una medida de “último recurso” para evitar una crisis económica.
En otra acera se ubicaron el Partido Republicano Social Cristiano (PRSC) y el Partido Integración Nacional (PIN), que calificaron la decisión como un “desacierto”. El Partido Restauración Nacional (PRN), por su parte, lo denominó “un paliativo”.
No fue posible conocer la opinión del Frente Amplio.
‘Preocupante’. Víctor Morales Mora, líder de la bancada del PAC, consideró que la coyuntura compromete a los diputados a aprobar el plan fiscal.
“Lo vemos con mucha preocupación, con mucha responsabilidad. Esto nos empuja a trabajar más intensamente en la aprobación del expediente 20.580 (Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, o reforma fiscal), el cual esperamos que vuelva a ser objeto de conocimiento en el plenario en los próximos días”, dijo.
El mismo criterio expresó Carlos Ricardo Benavides, jefe de fracción del PLN. “Lo primero que hay que hacer es pasar un plan fiscal que sirva de puente para que no se deterioren las finanzas del Estado y poder seguir trabajando en otras medidas que tendrán que tomarse, tanto para reactivar la economía como para seguir recortando el gasto”, aseveró el verdiblanco.
Erwen Masís, jefe de fracción del PUSC, también coincidió en que la decisión del Gobierno se gestó en medio de un contexto económico alarmante. “Es una situación muy preocupante. El principal impacto que podríamos tener a lo interno es una devaluación; es decir, que no se pueda contener el dólar y el cambio monetario”, aseguró.
Por su parte, Wálter Muñoz, jefe de la bancada del PIN, dijo que su partido cataloga de “improcedente” la medida del Ministerio de Hacienda. Asimismo, afirmó que la acción del Gobierno fue una “una medida más de presión para la aprobación del plan fiscal”.
En tanto, Otto Roberto Vargas, jefe del PRSC, afirmó que la venta de letras del tesoro al Banco Central por ¢498.000 millones generará otro “hueco fiscal”.
Por su parte, Carlos Avendaño, jefe de Restauración Nacional, indicó que “esto nos muestra más claramente la crisis económica y fiscal que se está viviendo. A lo que entendemos, es un paliativo y urgen medidas más profundas y más estructurales”, enfatizó.
Cuatro expresidentes de la República se pronunciaron a favor de la decisión del Gobierno de venderle al Banco Central de Costa Rica (BCCR) letras del tesoro por ¢498.000 millones con el objetivo de tener liquidez para financiar sus múltiples gastos ordinarios.
Miguel Ángel Rodríguez, Rafael Ángel Calderón y Abel Pacheco se manifestaron, a pedido de La Nación, sobre la medida de emergencia que tomó el Gobierno para afrontar el faltante de dinero.
Rodríguez, quien gobernó entre 1998 y el 2002, afirmó que la decisión fue acertada, siempre y cuando no se convierta en una fuente recurrente de financiamiento del Gobierno.
“En el tanto esto sea una medida transitoria, es acertado. Es como una empresa que tiene problemas de caja por alguna circunstancia que ha ocurrido en su manejo y va al banquero y le pide un préstamo, pero le ofrece un plan para pagarlo con ciertas medidas”, declaró,
El exmandatario agregó que concuerda con la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, en que era mejor para las finanzas optar por venderle letras del tesoro al BCCR que seguir intentando colocar bonos de deuda interna en momentos en que los inversionistas tienen voracidad por tasas de interés elevadas.
Y dijo que las circunstancias en las que el Gobierno echa mano del financiamiento extraordinario con el BCCR son muy distintas a las que se dieron durante la crisis de los años 80.
Calderón (1990-1994), en tanto agregó que lo fundamental es que se tomen medidas urgentes para restablecer la confianza de quienes invierten en bonos de la deuda soberana y en el sector productivo costarricense.
Credibilidad. El exjefe de Estado dijo que en esa tarea de recuperar la credibilidad en el país y en el Gobierno juega un rol fundamental el plan fiscal que discuten los diputados actualmente.
“La falta de una reforma tributaria ha sido una de las razones por las cuales estamos en este problema y entraríamos en problemas mucho más serios. La falta de confianza es clave porque no se ha aprobado la reforma fiscal, el país la requiere para evitar precisamente esto y otras consecuencias mucho más graves”, expresó.
Pacheco, presidente entre el 2002 y el 2006, opinó en la misma línea, que el paquete fiscal que impulsa el Poder Ejecutivo es necesario para sortear una crisis que arrastre al resto del país, aunque dijo que prefería no opinar sobre soluciones a la problemática fiscal, pues no las tiene.
Finalmente, anoche, Luis Guillermo Solís publicó un mensaje en Facebook, en el que dice que: “A pesar de no ser deseado, este mecanismo es absolutamente válido para garantizar el orden de las finanzas y disminuir la presión sobre las tasas de interés”.