Mi pobreza, su pobreza, nuestra pobreza
¿Qué es la pobreza? Creemos que es la carencia de bienes y recursos básicos. Pero existe la otra, la que llamamos pobreza espiritual. No sé cuál de las dos es más triste ni sé cuál de las dos es más difícil de resolver.
La espiritual es intangible, abstracta, no perceptible. Dependiendo del sentimiento que se dé a conocer en determinada situación, así la capturamos. La pobreza espiritual es netamente humana; es la que estructura al ser interno.
Cuando los seres humanos se reúnen o forman grupos, notamos la pobreza de espíritu. Por ejemplo, cuando no aceptan con comprensión los defectos del otro o el actuar de los demás. Cuando discriminan a la gente por su color de piel, su etnia, su religión, por cómo piensa, porque pertenece a los grupos de sexos iguales o es de un barrio marginal.
Existe una definición de pobreza no material o pobreza de espíritu adjunta al ser humano. Eso causa la división, el enfrentamiento, el descontento y también el deseo de cometer delitos. Manifestar pobreza interna es robar bienes materiales, pero también bienes no materiales, como el tiempo y el espacio en el trabajo y en la familia.
Calificaciones y descalificaciones.
La pobreza tiene que ver con la forma de vida en que se desarrollan las personas desde su niñez hasta su vida adulta. Los sentimientos se adhieren fuertemente a la gente desde sus inicios. Esa es la razón por la cual calificamos a las personas como ricas o pobres, buenas o malas, excelentes o mediocres.
Es contradictorio porque en las calles vemos pordioseros que poseen riqueza espiritual y grandes valores éticos, o viceversa, a veces, personas muy ricas en bienes materiales tienen cualidades humanas desastrosas y el comportamiento con el prójimo es inhumano, especialmente, si tales personas pertenecen a estratos sociales de zonas marginales o muy pobres, y mucho más si andan sucios o zarrapastrosos. No sé si esa contradicción es propiamente del corazón o nace de un entorno difícil, carente de oportunidades de empleo, de salud, de educación, de alimento y otros más... o nace de un nivel estratégico grandioso. Finalmente, es un sentimiento hacia la derecha o hacia la izquierda.
Existen muchas opiniones sobre los pobres que no tienen recursos básicos... hay quienes dicen que ser pobre es una “maldición divina”; otros aseguran que los pobres son vagos; no faltan quienes los catalogan como mediocres o pedigüeños. Varios llegan al extremo de afirmar que los pobres no deberían existir porque son un obstáculo y una carga para el Estado, que debe solucionar el problema bajo un sistema solidario.
Cinismo. A lo largo de la historia también se ha sostenido que los pobres son necesarios para la supervivencia del mundo, especialmente, de la economía.
Cuando se habla de desigualdad social están en el centro de ella los pobres, a quienes les llamamos los carentes de servicios básicos, aquellos que languidecen en las calles con hambre y sin cobijo; los enviciados: alcohólicos o drogadictos; y quienes son discriminados porque son vistos como estorbos para la sociedad. Es la triste realidad de los países tercermundistas y hasta cuartomundistas.
Para solucionar la pobreza material hay que hacer todo un movimiento de tierra, hablando en sentido metafórico, y la de espíritu la relacionamos con sentimientos internos y valores humanos a los cuales es difícil llegar porque dependen de un grupo familiar o de la colectividad. La solución sería también, metafóricamente hablando, muy complicada.
La pobreza, como problema, tiene su carisma y en lo social tiene su frivolidad porque conlleva un noviazgo que sacude las fibras de muchos ciudadanos, conscientes o no de este mal.
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Históricamente se ha sostenido que los pobres son necesarios para la supervivencia del mundo