Policía reprime protesta contra Daniel Ortega con bombas aturdidoras
MANAGUA. AFP.- Policías antimotines dispersaron ayer sábado, con bombas aturdidoras y a golpes, una marcha de protesta que la oposición pretendía realizar en la capital para demandar la salida del presidente Daniel Ortega.
Entre los golpeados figura un periodista de video de la agencia AFP, Luis Sequeira, quien recibió un fuerte culatazo de escopeta en la pierna cuando cubría la manifestación, mientras a otro reportero le dañaron la cámara y le quitaron su casco de protección.
“Cuando trataba de salir de la zona, me agarró un policía y me golpeó fuerte con la escopeta en la pierna derecha”, contó Sequeira a la AFP.
Impedir manifestación. Antimotines armados y con el rostro cubierto con pasamontañas negros se concentraron, ayer temprano, en la rotonda Cristo Rey, de Managua, desde donde partiría la marcha “Nicaragua en rebeldía”.
Ante el asedio policial para impedir que los opositores se reunieran, estos decidieron iniciar su recorrido en un punto cercano, donde también fueron acorralados y perseguidos por varias patrullas repletas de antimotines hasta un barrio cercano llamado El Riguero, constató un equipo de AFP.
“Los policías comenzaron a tirar bombas; es un abuso, (pero) haga lo que haga, (el presidente) va a tener que salir del gobierno”, dijo un manifestante que se identificó como Francisco Áreas, de 54 años.
“Yo venía en la marcha cuando, en cuestión de segundos, vimos que los antimotines nos cerraron el paso y, al intentar retroceder, nos agarraron y nos golpearon”, denunció por su parte una joven manifestante que se refugió asustada en una casa del barrio, donde un familiar llegó a recogerla.
“¡Qué barbaridad!”, repudiaron los pobladores , quienes vieron a los antimotines atacar la marcha con bombas de ruido ensordecedor y patrullar varias veces frente a sus casas, junto a oficiales motorizados, para cerciorarse de que no había quedado ningún manifestante en las calles.
Amenazas. La marcha fue bloqueada un día después de que la Policía declaró que las manifestaciones opositoras eran “ilegales” y advirtió de que acusará a las personas y organismos que las convoquen de “intentar promover acciones delictivas, destructivas y criminales”.
Las protestas se iniciaron el 18 de abril pasado, contra una fallida reforma al seguro social, pero evolucionaron hacia un clamor creciente que demanda la salida del poder del presidente Ortega. La represión de las manifestaciones se ha saldado hasta ahora con más de 320 muertos y 500 detenidos.
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