La testaruda esperanza en Navas
¿Qué más hace falta para saber que Navas pierde la batalla fecha a fecha? A las grandes condiciones de Thibaut Courtois y la urgencia de Florentino Pérez por justificar su fichaje, se han unido los premios, los aplausos de la afición y los elogios de la prensa hacia el guardameta belga. También las decisiones del técnico Lopetegui, confiando por tercer partido consecutivo en el gigante de casi dos metros como defensor de la portería merengue. Ya ni siquiera es tema en conferencia de prensa lo que otrora calentaba el debate. Para terminar, Courtois confirmó su valía con dos achiques que redujeron a la impotencia la definición de los colchoneros Antoine Griezmann y Diego Costa.
No encontraron más remedio que aceptar el 0 a 0 de este sábado entre el Real Madrid y el Atlético como el triunfo de los arqueros.
“Los dos mejores del planeta”, dice la crónica del diario El País sobre Courtois y Oblak.
¿Qué hace falta para que ya no espere la próxima alineación con la esperanza de ver al tico encabezando la lista?
No sé. Aún creo —casi vaticino— que Navas no está relegado definitivamente.
No hablo aquí de injusticias, un tema de sobra superado. Tampoco afirmo siquiera que el de Pérez Zeledón es mejor que el nacido en Bree. Si se trata de comparaciones, el belga no la tiene fácil para igualar la reacción de Navas y el tico debe trabajar mucho para no verse muy disminuido ante el juego aéreo de Courtois.
En todo caso, a nadie debería parecerle descabellado que el europeo gane terreno en el duelo. No se necesitan maquiavélicas hipótesis, matráfulas oscuras ni deslealtades secretas para entender la calidad de competidor que le pusieron a Navas (y que él mismo se puso cuando prefirió quedarse a defender su titularidad). Aunque de momento el costarricense tan solo suma una aparición menos que el europeo, la balanza seguirá inclinándose.
Mi testaruda esperanza en Keylor quizás sigue basada en las circunstancias de esa pasantía por el banquillo, provocada por la calidad de uno y no por un bajonazo del otro.
Quizás me aferro también a la palabra “rotación”, recién pronunciada por el técnico Lopetegui. No se extrañe si de alguna forma la cumple en la semana venidera, cuando el martes el Real Madrid visite al CSKA de Moscú por la Liga de Campeones.
Realista y con demasiadas señales a la vista en favor del belga, mantengo la testaruda esperanza de ver al tico más de lo que muchos esperan.