Sabotaje a planta generó un faltante de asfalto
→ Recope solventó problema y, desde este martes, vende material para vías
La Refinadora Costarricense de Petróleo (Recope) confirmó que un acto de sabotaje ocurrido desde el inicio de la huelga causó la interrupción en la venta de asfalto, hecho por el cual casi 300 empleados ocasionales de constructoras perdieron su trabajo.
Recope confirmó que hasta la semana pasada pudo reanudar la venta de búnker y, hasta este martes, la de asfalto.
Los trabajadores fueron despedidos porque las firmas constructoras “se enfrentan a la falta de emulsión, materia prima para la elaboración del asfalto que se coloca en las vías en todo el país”, informó la Cámara Costarricense de la Construcción, el viernes.
La oficina de prensa de Recope aclaró que, en efecto, hubo sabotaje contra varias calderas de asfalto en Moín.
El hecho se descubrió el lunes 10 de setiembre, cuando se iniciaba la huelga contra la reforma fiscal, que este martes cumplió 23 días.
Según prensa de Recope, el sabotaje contra estas calderas de asfalto “es especializado, porque quienes apagaron estos depósitos en Moín sabían que se iban a requerir días antes de que esas calderas, otra vez encendidas, devolvieran la consistencia necesaria al asfalto para venderlo”.
La situación se agravó, según Recope, porque el personal a cargo de esos equipos estaba en huelga.
Hacia finales de la semana pasada, según la Refinadora, fue posible conseguir empleados calificados.
Lo ocurrido sería el tercer incidente de sabotaje conocido contra diferentes productos que vende la empresa pública.
El primero lo habría cometido un empleado de Recope de apellido Pérez, sospechoso de afectar el sistema de distribución de gas GLP (gas licuado de petróleo) la noche del martes 11 de setiembre. Este hombre afrontará juicio este miércoles en el Tribunal de Flagrancia de Limón, pues fue detenido en el mismo acto.
El domingo 17 de setiembre, el Gobierno achacó a huelguistas dañar el poliducto la noche previa, en un tramo del sistema localizado en El Coyol de Alajuela.
Un orificio hecho con una broca desencadenó, la noche de ese domingo, una catarata de diésel que inundó la autopista Bernardo Soto y obligó a cerrar por más de una hora la principal vía hacia el norte del país, mientras se controlaba el daño y se limpiaba el derrame con espuma especial, confirmó Bomberos de Costa Rica.
La perforación se hizo de tal forma que la presión del combustible por el ducto saliera impulsada directamente sobre la carretera.
El Poder Ejecutivo lo calificó de un acto deliberado, con lo cual se arriesgó la vida de choferes mientras duró el derrame.
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