Gustavo Matosas logró ‘enamorar’ a federativos
▶ ¿Por qué?, el uruguayo promulga un juego ofensivo y le gusta imponer su carácter ▶ A la cita, el entrenador llegó bien armado sobre la Tricolor y el relevo generacional
De los 18 requisitos evaluados por la Comisión Técnica de la Fedefútbol para elegir al técnico de la Sele, Gustavo Matosas incumple dos: no tiene experiencia en una selección ni en la eliminatoria de Concacaf.
Ambos criterios, considerados como indispensables antes de empezar el proceso de análisis, sí los cumplían Luis Fernando Suárez y Víctor Manuel Vucetich, parte de la lista final de candidatos al banquillo de la Mayor.
En todo caso, Matosas rompe cualquier molde.
Costa Rica venía de casarse con dos técnicos equilibrados, de un predominio por el orden defensivo, incapaces de salirse del libreto y del plan de juego.
Jorge Luis Pinto y Óscar Ramírez tenían similitudes en la pizarra (y muchas diferencias en el trabajo físico, el trato al jugador, la disciplina y el trabajo diario).
Matosas, en cambio, se jacta de ser un tipo que muere con su idea, sin mirar los resultados (ver para creer, pero al menos eso sostiene hasta la fecha).
“No hay que meterse atrás y morir como una ratita ahogada en un cubo de agua, hay que atacar”, comentó Matosas en una ocasión al diario El milenio azteca, consultado sobre su agresivo estilo de juego en León, equipo que lo catapultó a la fama.
La hoja de vida del técnico
fashion de México (le gusta vestir bien) era común y corriente antes de su andadura por León. Sumaba un título con Danubio en Uruguay y el mérito de salvar a Querétaro del descenso, con una planilla apenas competitiva.
ESPN.com relata cómo después de ser despedido de este equipo, llegó a León, lo ascendió y luego consiguió el bicampeonato de la Liga MX; potenció a futbolistas de pleno descartados por otros clubes y elevó el rendimiento de algunos veteranos poco valorados.
Se relanzó hasta firmar con el América. Aquí fracasó en su objetivo de ganar la liga local, pero se adjudicó el título de Concacaf. Apenas seis meses después de haber llegado renunció por “diferencias de criterio” con la dirigencia de las Águilas en la armazón de la planilla.
No es un detalle menor que en los últimos cinco equipos que dirigió (América y Atlas en México, Estudiantes en Argentina, Cerro Porteño en Paraguay y Al Hilal de Arabia Saudí), duró poco y, en la mayoría de casos, fracasó en su objetivo de conseguir algún galardón relevante.
Por lo visto, Matosas enamoró al presidente de la Fedefútbol, Rodolfo Villalobos, en la reunión realizada en Colombia, cuando por iniciativa propia tomó un avión para plantearle su propuesta a la delegación tica compuesta por el jerarca, el tesorero Lanzo Luconi y el presidente de la Comisión Técnica, José Jaikel.
Bien documentado.
De entrada, el técnico hizo la tarea. Llegó al encuentro con un informe completo sobre el rendimiento de la Nacional en Rusia 2018.
También les mencionó algunos futbolistas que se podrían proyectar, como el caso del florense Jimmy Marín; esto confirma que observó los últimos amistosos de la Sele ante Corea y Japón.
“Todos los técnicos pasan por esa etapa (de no tener experiencia en una selección). Aquí lo importante es la forma integral en que fue evaluado. Matosas tiene la personalidad, el carácter y la capacidad para asumir a la Selección”, explicó Villalobos.
Matosas nunca ha dirigido a una selección, tampoco conoce la eliminatoria del área y a la fecha es un dilema determinar si la calidad con que cuenta el plantel de la Tricolor le alcanzará para practicar ese juego agresivo y ofensivo que predica.
Visto desde los ojos de la Fedefútbol, tal vez consideraron que si le sacó la última gota de talento a veteranos como Rafael Márquez, también podrá hacer lo mismo aquí, con una generación envejecida que adolece la falta de relevos de calidad en la mayoría de puestos.
El técnico proyecta una imagen fresca, pese a sus 51 años. Cumple con atributos evaluados como ser un entrenador reconocido, tener vigencia en los últimos años con éxitos recientes y poseer una buena presencia y expresión oral. Pero Vucetich y Suárez también.
La diferencia con los otros candidatos es que Matosas sí cumple con algunas premisas que no aparecen entre los 18 requerimientos básicos, pero se consideraron durante la entrevista y en la elección final.
Por ejemplo, el timonel es mucho más radical en su premisa de atacar que los otros estrategas y, al menos en el papel, tiene un carácter más fuerte, capaz de imponerse a los marcados liderazgos del plantel.
Ha jugado con línea de cuatro, pero también con tres hombres en el fondo y dos carrileros. Le gustan dos puntas, pero suele utilizar tres volantes que lleguen desde atrás para poblar la línea de ataque.
“¿Qué ofrezco? Trabajo serio, profesional, que tenga un estilo y de mi estilo no me muevo”, ha expresado el timonel.