Pemberton: ‘Jugar sabe bien después de tanto tiempo’
L l ▶ Negocia extensión de contrato y su afán es retirarse con Alajuelense
Patrick Pemberton se llevó una sorpresa el martes, cuando, pasadas las 5 p. m., Luis Diego Arnáez paró al equipo titular que alinearía el miércoles contra Cartaginés y le dio la orden de que fuera al marco.
Estaba a las puertas de esa nueva oportunidad que esperó desde el momento en el que el técnico manudo optó por enviarlo al banquillo y darle la titularidad a Mauricio Vargas.
Durante todo este tiempo, Pemberton mostró una actitud intachable, tanto en las prácticas, como en los juegos en que estuvo entre los suplentes.
“Había que prepararse y saber que en cualquier momento se iba a dar esa gran oportunidad y eso fue lo que hice: prepararme. Nunca bajé los brazos ni mucho menos, no hice caras ni un mal gesto, fue lo contrario.
”Se trabajó el doble, de la mejor manera y, en los partidos que estuve en la banca, se apreció que siempre estuve apoyando a los compañeros, dando indicaciones y en ningún momento bajé los brazos”, manifestó Pemberton.
Comentó que esos nueve juegos en los que no vio acción, le permitieron reencontrarse, una pausa en la que aplicó su madurez, haciéndoles ver a sus compañeros que cuando se toman decisiones técnicas, hay que respetarlas.
“Lo que hice fue comportarme como capitán. Trabajar siempre de una buena manera, manteniendo un ambiente sano, competitivo en el camerino y, desde la banca, siempre estuve apoyando a los compañeros al 100%”, expresó.
Su contrato con la Liga se acaba en diciembre, pero él confía en que no habrá problemas para continuar en el club.
“Estamos en las negociaciones, vamos a esperar a ver qué es lo que sucede en estos días y ojalá que pueda tener un desenlace como todos queremos.
”En lo personal, deseo retirarme acá en esta institución. Es mi casa, es la que me ha dado todo, me ha dado familia, me ha dado Selección, me ha dado títulos y estoy contento, estoy agradecido con Dios por haberme puesto en esta gran institución y vamos a esperar a ver qué es lo que sucede”, comentó
El arquero respondió bien y ahora le deja la tarea a Arnáez de decidir quién seguirá atajando, pero en lo que a él respecta, se quitó un peso de encima.
“La verdad es que tampoco podemos ser hipócritas, jugar sabe bien después de tanto tiempo”, agregó.
■ PERIODISTA
Como si fracasar no fuera parte de nuestra condición humana, en boca del presidente Rodolfo Villalobos, la Fedefútbol se desmarcó olímpicamente del desteñido papel de la Selección en Rusia 2018, endosó las responsabilidades al técnico Óscar Ramírez y apuntó nueve causas por las cuales no se lograron los objetivos, como si en la enumeración de tales falencias no le cupiese responsabilidad alguna. ¡Válgame Dios!
Contrario a la ética del capitán de un navío, quien abandona el barco de último, una vez que ha hecho lo posible por salvar a los demás, don Rodolfo destaca sus logros de organización y logística, obligación intrínseca del órgano rector, y enfila sus baterías contra el técnico, contra los jugadores que no llegaron en el nivel óptimo, contra el ritmo de juego, contra la consistencia de los partidos del campeonato nacional, entre otros rubros que el presidente coloca en compartimientos estancos, y no en cadena, como reza la lógica elemental.
Bastardas
Bien se dice que las victorias tienen muchos padres y que las derrotas son huérfanas. El fútbol es, por antonomasia, un deporte colectivo, de modo que no se pueden achacar las responsabilidades a unos cuantos y lavarse las manos de lo que se llamó fracaso.
Basta leer entre líneas para detectar que en cada una de las nueve razones expuestas, hay responsabilidades que atañen a la organización como un todo. Si no hubo un director deportivo que supervisara las tareas del timonel Ramírez, ¿de quién es la responsabilidad? ¡De la Fedefútbol! ¿Y quién es la cabeza de la Fedefútbol? Adivina, adivinador… ¡Don Rodolfo Villalobos!
Cada quien puede leer en las informaciones periodísticas las nueve causas que expuso el capitán del navío, el señor Villalobos. Saquen, entonces, los amables lectores las conclusiones y verán que no hay quite. En el Mundial fracasaron todos los que conformaron la representación nacional. En esa tesitura, que cada palo aguante su vela.
Está bien desgranar los informes, estudiarlos a fondo y reorientar las políticas de trabajo con miras a Catar 2022, para no repetir los errores. Lo que no se vale es zafar el lomo y recurrir al estribillo infantil: “Yo no fui, fue Teté; pégale, pégale que ella fue”.