‘No es la solución absoluta, pero sí es un avance’
El presidente sostiene que el proyecto aprobado en primer debate es un paso en la dirección correcta hacia la estabilidad de las finanzas públicas. Sabe que tendrá su costo político, pero afirma que eso no le preocupa
Sé que ha habido un costo político, si lo pensamos desde el punto de vista tal vez electoral y eso me tiene muy sin cuidado”.
Los rostros de los huelguistas que lo increparon, el miércoles anterior, con insultos y empujones cerca del Teatro Nacional le quedaron grabados en la mente.
Aun así, el presidente de la República, Carlos Alvarado, parece asumir este amargo episodio como parte del precio que le toca pagar por impulsar la reforma fiscal.
En una entrevista concedida a La Nación este jueves, un día antes de que se aprobara en primer debate el plan fiscal, Alvarado admitió que el texto no es la solución absoluta a los problemas fiscales del país, pero representa un paso importantísimo para evitar una crisis y sentar las bases de un mejor futuro.
Ayer viernes, luego del aval legislativo al proyecto, el mandatario reiteró que se trata de “un paso importante y urgente en el objetivo de llevar a Costa Rica hacia una economía sana y estable” y dijo: “Seguimos adelante, aún queda camino, pero confío en la permanencia del compromiso demostrado ”.
A continuación un extracto del diálogo con el gobernante. --- ¿Está satisfecho con el texto final de la reforma fiscal?
--- Creo que el texto, en la esencia, cuenta con lo necesario. No es para mi gusto el texto perfecto, pero es el texto posible. Creo que el texto ayuda de manera consistente a resolver el problema fiscal. No es la solución absoluta, pero sí un avance muy considerable. Ni es la solución absoluta, pero tampoco es, como muchos han dicho, una curita. Sí es un paso en firme en la dirección correcta que deberá ser consistente con presupuestos de la República responsables. --- Con la reforma fiscal, ¿cuáles son los primeros beneficios que los costarricenses van a percibir?
--- Uno, se liberará la presión de las tasas de interés y eso va a ayudar mucho a la reactivación de la economía. Dos, hay mucha inversión importante que hoy está contenida, esperando ver qué pasa con esto. Una vez que tengamos ya un texto como ley de la República, habrá mucha mayor certeza y seguridad jurídica y eso desencadenará un proceso de mayor inversión.
”Hay gente hoy que no está ampliando plazas, o que no está ampliando operaciones o que no está iniciando operaciones, o no está haciendo inversiones, o incluso hay gente que no se ha ido de vacaciones, o no ha comprando equis o ye cosa, a la espera de ver qué pasa. Cuando ya hay certeza, eso nos va a expandir esa demanda. Además, creo que entraremos en una etapa de mayor optimismo.
”También tenemos que empujar esa bola con una reactivación económica, como la que hemos anunciado en materia de digitalización, reducción de trámites y tenemos que profundizar la generación de empleo territorial. Otra cosa que ha quedado muy clara con los acontecimientos recientes es que por postergar tantas decisiones durante tanto tiempo, hemos generado una polarización muy importante en varios temas en Costa Rica”. --- El texto sería enviado a con-
sulta a la Sala IV. La Corte emitió un pronunciamiento tardío con respecto a la reforma fiscal que planteó la administración Solís Rivera, el cual plantea dudas sobre el impacto del proyecto en la estructura salarial del Poder Judicial. ¿Teme usted que ese pronunciamiento pueda incidir en las decisiones de
los magistrados constitucionalistas sobre el nuevo texto?
--- Yo soy optimista también en eso. Hay dos escenarios: uno es la consulta de constitucionalidad y otro es la consulta institucional que se debe hacer a muchas instancias, en cuenta la Corte Plena. Creo que en ambas instancias hay conciencia, res- petando los debidos procesos y la división de poderes, sobre la situación en que estamos y de que necesitamos ayudar a Costa Rica a salir adelante. Entonces, eso me da una gran confianza en que, como sociedad, también lograremos avanzar ese proceso. --- ¿Está preparado el Gobierno en caso de que los sindicatos reaccionen con más violencia si se aprueba la reforma fiscal? --- El movimiento, según nuestras cifras, ha venido mermando radicalmente. Los números vienen en franca reducción. Lo que sí ha cambiado es que los que siguen quedando son
los más radicales y cada vez buscan más medidas para llamar la atención e incitar a una confrontación. --- Este movimiento de protesta también ha generado pérdidas al país. Se habla de al menos ¢32.000 millones. ¿Qué medidas se han evaluado para lograr una recuperación de la economía?
--- Con mejorar el tema de las tasas de interés y liberar la expectativa de la inversión ,eso nos va a ayudar bastante a mejorar el clima económico. --- La imagen del país ¿cómo la recuperamos?
--- Con nuevos logros y nuevos resultados. Costa Rica tiene una imagen fuerte. La temporada turística alta de noviembre se mantiene con una fuerte expectativa, los inversionistas siguen viendo a Costa Rica como un país ejemplo para instalarse por su recurso humano y sus condiciones. --- En lo personal, ¿cuál ha sido el costo político y popular de mantener una beligerancia tan activa en favor de la reforma fiscal?
--- El costo político creo que ha sido, probablemente, perder algunos respaldos de sectores.
”Yo no le oculté nada a nadie. Yo dije: ‘Hay que resolver el tema fiscal’. Ese es el principal tema y eso es lo que me he dedicado a hacer. No he hecho algo diferente a lo que yo he dicho que iba a hacer. Sé que ha habido un costo político y eso me tiene muy sin cuidado”.