Firma de EUA: país necesita más ajustes y crédito externo
→ Afirma que, con plan fiscal, los bonos ticos volverían al nivel de Dominicana
La consultora de inversiones Oppenheimer Holdings, con sede en el corazón financiero de Estados Unidos, publicó un informe para sus clientes referente a la situación fiscal que atraviesa Costa Rica.
La firma evalúa los escenarios para la aprobación de la Ley de Fortalecimiento de las Finanzas Públicas, pero recuerda que esta reforma es insuficiente para corregir el problema económico que sufre el país, por lo que tendrá que promover otras reformas legales y recurrir a financiamiento internacional.
Solo para lo que resta del 2018, expone el documento, el Gobierno todavía tiene necesidades de financiamiento por $2.000 millones (¢1,2 billones) para sufragar sus gastos.
Oppenheimer cita que la reforma está lejos de lograr la corrección del 4,5% del PIB recomendada por el Fondo Monetario Internacional (FMI), por lo que la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, le explicó a la consultora que el Gobierno promoverá reformas referentes a empleo público y cooperativas, entre otras.
De ser aprobado en segundo debate, el plan fiscal generará recursos nuevos equivalentes al 1,3% del producto interno bruto (PIB) por año, los cuales aumentarán a un 3% o 3,5% en 2021, gracias a las medidas de contención del gasto que la reforma incluye, dice el texto de Oppenheimer, compañía con sede en Manhattan, Nueva York.
En la Asamblea, los diputados ya impulsan modificaciones para gravar los excedentes de las grandes cooperativas y para eliminar las alzas automáticas en los salarios de los médicos, por ejemplo.
El informe cita que, si se aprueba el plan fiscal, los rendimientos de los bonos de deuda costarricense deberían volver a los niveles de República Dominicana.
Sin embargo, en caso de que no se apruebe, los rendimientos de los bonos de largo plazo podrían superar el 8,5%, es decir, tendrían peores condiciones.
Oppenheimer estima que el mejor escenario para la aprobación de la reforma fiscal es la tercera semana de noviembre.
Sin embargo, menciona la posibilidad de que la oposición política, representada por Restauración Nacional, lleve el proyecto a la Sala IV, en donde el proyecto podría caerse por errores de procedimiento.
Asimismo, expone que la Corte Suprema de Justicia podría exigir que el proyecto sea aprobado con 38 votos, lo que demandaría al Gobierno buscar tres apoyos adicionales.
Ayuda externa. La ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, confirmó, tanto a la consultora como a La Nación que, luego de la aprobación de la reforma fiscal, se buscará financiamiento externo con tasas de interés más bajas y que, posiblemente, se promoverá una emisión internacional de bonos, pues el mercado local le está cobrando muy caro al Gobierno por prestarle dinero para sus gastos. No obstante, cualquier apoyo de organismos multilaterales depende de la aprobación de la reforma fiscal. La ministra de Hacienda mencionó que, si bien hay apoyo en el Congreso para una emisión internacional de bonos, el Ejecutivo no avanzará mientras no se confirme la reforma.
¿Hay plan B? El documento también hace mención a que la jerarca de Hacienda no mencionó que exista un plan B, en caso de que la reforma fiscal no sea aprobada.
Aguilar afirmó que no habló con Oppenheimer sobre ese tema porque esperan no tener que usar un plan B y porque ese no era el objetivo de la llamada.
“Siempre hay que tener un plan B, pero esperamos no tener que usarlo", dijo.
■