Canadá ante desafíos al legalizar marihuana
→ Policía toma medidas al prever más choferes bajo influencia de la droga
OTTAWA AFP- Canadá pondrá fin a su prohibición de la marihuana el miércoles con los objetivos de frenar el mercado negro y el uso por parte de los jóvenes, en medio de preocupaciones en torno a la salud pública y la seguridad de la legalización.
Los funcionarios de salud pública sostienen que fumar cannabis es tan dañino como el tabaco, pero agradecen la oportunidad que brinda la legalización para un diálogo abierto.
La Policía, por su parte, se prepara para un eventual aumento de choferes bajo la influencia de drogas. Sin embargo, aún no está lista para presentar tres nuevos cargos criminales que requieren análisis de sangre dentro de las dos horas después de que el conductor haya sido detenido, por mostrar niveles por encima del límite del THC, el agente psicoactivo del cannabis.
“Hay preocupaciones de salud. Pero la legalización está creando una oportunidad para tener discusiones sobre el consumo de cannnabis y, por ejemplo, los padres comienzan una conversación con sus hijos al respecto. Durante décadas, solo hemos dicho: ‘no consuman’, pero eso no ha funcionado”, dijo Gillian Connelly, de la Agencia de Salud Pública de Ottawa.
Ese escueto mensaje ha colaborado en que los canadienses se encuentren entre los mayores usuarios per cápita de cannabis, con 4,6 millones.
Medidas. El Gobierno envió un correo a 14 millones de hogares destacando los aspectos básicos, incluyendo advertencias sanitarias y la necesidad de mantener el cannabis alejado de niños y mascotas.
La organización sin fines de lucro Mothers Against Drunk Driving también se asoció con la empresa de transporte privado Uber y el productor de marihuana Tweed en una campaña contra la conducción bajo los efectos de la marihuana.
Connelly notó un breve repunte en las hospitalizaciones luego de que el estado estadounidense de Colorado legalizara el cannabis en 2014, atribuyéndolo a que las personas no se daban cuenta de su potencia. El THC aumentó de un promedio de 3% en 1980 a 15% hoy.
Los empleadores, por otra parte, establecen una amplia gama de restricciones en su uso. El Ejército, por ejemplo, ha ordenado a los soldados no utilizar cannabis ocho horas antes de un turno, mientras que algunos policías y aerolíneas han anunciado prohibiciones.
Para Jean-Sebastien Fallu, especialista en adicciones de la Universidad de Montreal, los riesgos –en definitiva– no superan las virtudes de la legalización.
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