Theresa May: ‘Llegó la hora’ para alcanzar acuerdo sobre ‘brexit’
BRUSELAS. AFP.- La primera ministra británica, Theresa May, aseguró ayer que “llegó el momento” de lograr un acuerdo de divorcio con la Unión Europea (UE), a su llegada a una cumbre en Bruselas sobre una negociación en punto muerto por la cuestión irlandesa.
“Trabajando de manera intensa y estrecha, podemos alcanzar este acuerdo (...). Llegó el momento de hacerlo”, manifestó May, quien expresó su intención de subrayar ante sus 27 pares europeos los “buenos progresos” de las últimas semanas en una apremiante negociación.
Reino Unido se marcha el 29 de marzo del 2019 y la UE había fijado en vano la cumbre de esta semana como el momento “de la verdad” para constatar los progresos suficientes para un acuerdo, que la Eurocámara y el Parlamento británico puedan ratificar a tiempo.
Empero, el negociador europeo para el brexit, el francés Michel Barnier, dijo que todavía necesitan “tiempo, mucho más tiempo” para alcanzar un acuerdo “adecuado para todos y para todos los problemas, incluida la isla de Irlanda”.
El presidente de la Eurocámara, Antonio Tajani, aseguró que Theresa May no presentó “nada sustancialmente nuevo” en su discurso ante sus pares europeos sobre el estado de la negociación para la salida del Reino Unido del bloque regional. “No hubo nada sustancialmente nuevo en el contenido, pero percibo una voluntad política de avanzar”, dijo en rueda de prensa Tajani, quien escuchó el discurso de May.
El martes, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, había urgido a la premier, quien afronta una presión interna del ala euroescéptica del Partido Conservador –su agrupación política– a presentar nuevas “propuestas concretas” y a mostrar creatividad para desbloquear la negociación.
Ambas partes quieren alejar la idea de un brexit sin acuerdo, que podría tener un impacto negativo en sus economías, según el Fondo Monetario Internacional. Sin embargo, tanto Londres como Bruselas se preparan para este escenario.
El caso de Irlanda. La cuestión de cómo evitar la reintroducción de una frontera clásica entre la provincia británica de Irlanda del Norte y su vecina, la República de Irlanda, preservando a su vez el acuerdo de paz del Viernes Santo de 1998, sigue siendo el principal escollo en la negociación del divorcio.
Ambas partes acordaron en diciembre que, a falta de una mejor solución, Irlanda del Norte continuaría en la unión aduanera y en el mercado único europeo para mantener la fluidez en la frontera entre ambos territorios, algo que Londres rechaza ahora.
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