Chantajistas cobran hasta $5.000 por no publicar videos
→ Delincuentes no tienen perfiles fijos; víctimas son de todas las edades y estratos
Víctimas son varones que caen en trampa sexual por Internet
La tecnología es un arma de doble filo. Los ciberdelincuentes la utilizan para captar a sus víctimas alrededor del mundo y luego extorsionarlas.
Este es el caso de los “sextorsionadores”, quienes cobran entre $300 (¢179.000) y $5.000 (¢2,9 millones) a hombres a cambio de no publicar fotos o videos íntimos que estos hicieron alguna vez.
La extorsión sexual es una forma de chantaje que ocurre cuando un criminal cibernético posee contenido privado de los usuarios y amenaza a estos con hacerlo público en Internet. Así, les exigen dinero a cambio de no divulgarlo.
Según el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que lanzó este viernes por la mañana la campaña “A cualquiera le puede pasar”, entre el 1.° de enero del 2016 y este 19 de octubre, se han registrado 127 denuncias (89 en el 2016, 23 en el 2017 y 15 en el 2018) por sextorsión, delito que ha evolucionado con la tecnología y cuyas víctimas son hombres.
Sin embargo, los investigadores judiciales consideran que existe un subregistro muy grande, ya que en ocasiones no se acude a las autoridades por vergüenza o temor de que la familia se entere de lo ocurrido.
“Se crean perfiles falsos en redes sociales, se hacen solicitudes de amistad y cuando son aceptados (los delincuentes), comienzan una conversación con la víctima, le piden videos íntimos y luego, les revelan que saben quiénes son sus familiares y su círculo más cercano, por lo que los amenazan con divulgar el material videográfico si no realizan un pago en un plazo determinado.
’’Ahora, como no todas las víctimas caen por redes sociales, buscan otros medios para engañarlos. Les dicen que con un malware tuvieron acceso a su computadora, celular o su correo electrónico y que tienen videos de ellos en situaciones comprometedoras, intentan ponerlos entre la espada y la pared”, explicó Erick Lewis, jefe de la sección de Delitos Informáticos de la Policía Judicial. Mercado negro. Agregó que en el mercado negro también se pueden obtener correos electrónicos con contraseñas, por lo que ese método, conocido como ingeniería social, abre otro portillo para delinquir.
El análisis que hacen los “sextorsionadores” del perfil de una víctima les permite acceder y contactar a amigos cercanos o compañeros de trabajo, por lo que, en una ocasión, los funcionarios de la sección de Delitos Informáticos recibieron a un trabajador de una institución pública en la mañana y, por la tarde, llegó otro del mismo lugar a realizar la misma denuncia, caso que, para el jerarca judicial, es un claro ejemplo del análisis que realizan los delincuentes.
Lewis aseguró que lo recomendable ante estas situaciones es no hacer ningún pago, ya que han tenido casos en los cuales al obtener el dinero, el maleante aprovecha para pedir un monto más alto y cometer una nueva extorsión.
“Las ocasiones en las que las víctimas nos indican que realizaron el pago son pocas, pero lo ideal es no hacerlo, tomando en cuenta que muchas veces el delito no se comete desde Costa Rica y solo están esperando que depositen el dinero en su cuenta”, dijo el jerarca judicial.
Hasta ahora, no se registran casos de mujeres que hayan sido víctimas de este delito; los hombres elegidos como blanco no tienen un perfil definido.
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