Recaudación de impuestos apenas creció 1% en un año
→Rubro de renta tuvo incremento de 2,7%, lejos del 12% entre los años 2012 y 2017 →Gastos corrientes subieron un 7,3% en los primeros nueve meses de este año
La recaudación de impuestos apenas aumentó un 1% en los primeros nueve meses de este año, respecto al mismo periodo del 2017. Desde la crisis del 2009, cuando registró una caída de un 8,4% en ese mismo lapso, no se había visto un número tan bajo.
Algunos tributos presentan una fuerte desaceleración y otros ya comenzaron a caer en números negativos.
El exviceministro de Hacienda, Juan Carlos Pacheco, llamó la atención en que más que una desaceleración en la recaudación, lo que parece presentarse es una disminución en los ingresos en términos reales, pues el crecimiento acumulado a setiembre fue de apenas 1,1%, mientras que la inflación interanual a ese mismo mes ronda el 2,21%.
La recaudación del impuesto a los ingresos y las utilidades (renta), la cual representó cerca de una tercera parte del total (36%), creció en los primeros nueve meses de este año un 2,7%, lejos del incremento promedio del 12% que tuvo entre el 2012 y el 2017.
Este resultado parece incongruente con una actividad económica que creció un 3,8% en agosto respecto al mismo periodo del año anterior. Según la ministra de Hacienda, Rocío Aguilar, esto obedece a que hay una desconexión entre el crecimiento económico y la recaudación de impuestos.
Menos consumo. Los ingresos por el gravamen de ventas, que representa otra tercera parte (un 34%), aumentaron 0,8% en el periodo citado. En la parte interna subió 2% y en la recaudación de aduanas cayó 0,5%.
Este comportamiento refleja el freno que han hecho los hogares en su consumo, como lo muestran los resultados de la producción trimestral que publicó en setiembre pasado el Banco Central, en la que el consumo final de los hogares apenas crece 2,2% según la tasa anualizada (se proyecta el resultado del trimestre a 12 meses) al segundo trimestre del año.
El resultado también calza con la Encuesta Trimestral de Confianza de los Consumidores de la Universidad de Costa Rica, la cual reveló, en agosto, una caída de 10 puntos respecto a la medición realizada tres meses atrás, hasta tocar los 34,9 puntos (la escala es de 0 a 100).
El tributo selectivo de consumo tiene un peso mucho menor, de 5%, pero sufrió en el periodo mencionado una fuerte caída del 11,6%, atribuida principalmente, según Hacienda, a la menor importación de vehículos.
Déficit. Esta situación agudiza la crisis fiscal, pues los gastos corrientes, que se pagan con los tributos e incluyen remuneraciones, intereses y transferencias, aumentaron un 7,3% en los primeros nueve meses del 2018 respecto al mismo periodo del año anterior.
Para financiar la diferencia, se debe acudir a préstamos. Este lunes, nadie ofreció prestarle recursos a Hacienda en la subasta de bonos. R NOTA APARTE
Con estas cifras, el déficit financiero del Gobierno Central (exceso de gastos totales sobre ingresos totales) alcanzó el 4,5% del producto interno bruto (PIB), y el déficit primario (exceso de gastos totales, excluyendo intereses, sobre ingresos totales), un 1,9% del PIB. Para este año, la proyección del Banco Central es que el déficit alcance un 7,2% de la producción.
Ayer, Oxford Economics, una firma de pronóstico global y análisis comparativo, emitió un comunicado sobre la situación fiscal de Costa Rica.
“Durante décadas, Costa Rica no ha podido poner en orden sus asuntos fiscales (...). La probable aprobación de una reforma fiscal modesta reduciría el déficit solo en un 1,2% del PIB, y la huelga nacional provocada por la legislación propuesta no es un buen augurio para futuros esfuerzos de reforma”, señaló la empresa.
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