Guía fallecido en balsas trabajaba sin permiso de ICT
→ OIJ allanó oficina de empresa turística que brindó servicio de ‘rafting’
Kevin Thompson Reid, el guía fallecido en un accidente de balsas este sábado en Quepos, no estaba registrado ante el Instituto Costarricense de Tua rismo (ICT), según afirmó el director de Gestión Turística del ICT, Gustavo Alvarado.
Thompson Reid, de 45 años, trabajaba para la empresa Quepoa Expeditions, la cual organizó el tour en el que fallecieron él y cuatro turistas extranjeros.
Las compañías turísticas están obligadas a contar con guías acreditados para poder operar, según el Reglamento para la Operación de Actividades de Turismo de Aventura.
De incumplir esta norma, quedan sujetas al artículo 355 de la Ley General de Salud, lo que podría implicar el cierre del establecimiento y la cancelación de sus permisos.
En el accidente de este sábado volcaron las tres balsas en las que viajaban 14 amigos de Florida, EE. UU., y tres guías más. Además de Thompson, murieron los estadounidenses Ernesto Sierra, Jorge Caso, Sergio Lorenzo y Andrés Denis, todos de entre 25 y 35 años.
Los turistas llegaron a Costa Rica el 18 de octubre para la despedida de soltero de Luis Beltrán, quien sobrevivió.
El ICT informó de que al país ya llegaron los familiares de los cuatro fallecidos extranjeros.
En tanto, la oficina de Quepoa Expeditions fue allanada este domingo por el Organismo de Investigación Judicial (OIJ), que investigará el papel de la
tour-operadora en el suceso. Elioth Barquero, oficial de investigación del OIJ, confirmó que este lunes el Ministerio Público recopiló los testimonios de los turistas sobrevivientes.
La compañía organizadora del tour cuenta con el permiso del Ministerio de Salud, pero no con la Declaración Turística del ICT, una acreditación no obligatoria para verificar que las empresas tienen pólizas al día y servicios de alta calidad.
Este medio intentó contactar
Quepoa Expeditions, pero no hubo respuesta.
Rafael Gallo, fundador de Ríos Tropicales y presidente honorario de la Federación Internacional de Rafting, dijo que en el 2002 comenzó una “guerra de precios” que deterioró la seguridad que dan los operadores.
“Rafting a precios de grandes descuentos no le permiten a ningún operador reinvertir ninguna ganancia en continuo entrenamiento del personal o la compra de equipo más sofisticado. Más bien causa el ingreso de equipo de bajo costo y la inversión en capacitación humana se reduce a hacer guías más ‘rápidamente’, con menos experiencia y poco entrenamiento”, indicó Gallo en redes sociales.
“El incidente del sábado también será motivo para que se cuestione una actividad de la que millones de personas disfrutan placenteramente alrededor del mundo”, expresó.
Según la Asociación Costarricense de Guías de Turismo, la contratación de guías no acreditados “además de ser ilegal, expone a los turistas a situaciones donde es imposible confirmar si tienen la preparación adecuada para el ejercicio profesional”. ■