Migrantes siguen su marcha pese a amenazas de Trump Cambios. Marcelo Ebrard, próximo canciller mexicano, dijo que el 1.° de diciembre, cuando asuma el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador, habrá “cambios sustanciales” en la política migrat
→Mandatario prevé recortes de ayuda a Guatemala, El Salvador y Honduras →Próximo gobierno mexicano promete cambios en políticas migratorias
HUEHUETÁN, MÉXICO. AFP Y AP.Miles de migrantes centroamericanos seguían este lunes su titánica caminata por territorio mexicano con destino a Estados Unidos, haciendo caso omiso a las nuevas amenazas del presidente Donald Trump, quien reiteró que cortará ayuda a Honduras, Guatemala y El Salvador en represalia por el imparable éxodo.
Casi sin pertenencias y hasta con bebés, varios cientos de personas iniciaron la caravana hace 10 días en San Pedro Sula, Honduras, pero se han ido sumando más, incluso de otros países. Naciones Unidas calcula que ya se trata de unos 7.200 migrantes.
Este lunes reanudaron su marcha poco antes del mediodía hacia el norte de México, desde Tapachula, Chiapas, fronterizo con Guatemala.
Horas antes, Trump escribía en Twitter: “Vamos a empezar a cortar, o reducir sustancialmente, la tremenda cantidad de ayuda externa que habitualmente les damos”, en referencia al triángulo norte centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador).
Trump lamentó que México haya sido incapaz de parar el avance de los migrantes y puso en alerta a patrullas fronterizas y a los militares ante lo que calificó como “emergencia nacional”.
“Parece que la Policía y los militares de México son incapaces de detener la caravana que se dirige a la frontera sur de Estados Unidos. Criminales y personas de Oriente Medio no identificadas están mezclados”, afirmó.
Sin embargo, periodistas de The Associated Press (AP) que viajan con la caravana hace una semana, no han visto a nadie de Oriente Medio, como aseveró el gobernante.
Anoche, México permitió la entrada a su territorio a unos 400 migrantes hondureños que todavía esperaban hacinados en el puente fronterizo con Guatemala, y que forman parte de la caravana inicial.
Sin parar. “¡Caminen con nosotros para que vean lo que se siente!”, gritó un migrante en la plaza de Tapachula, a manera de banderazo de salida rumbo a Huixtla, también en Chiapas, que sería la segunda de muchas paradas hasta llegar cerca de la frontera con Estados Unidos, a más de 3.000 kilómetros.
“Me siento fuerte, a pesar de la temperatura del sol”, afirmó mientras caminaba Noemí Bobadilla,
de 39 años, quien limpiaba bodegas en Honduras y dejó el país con una amiga y su bebé.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, les advirtió de que quienes van en la caravana indocumentados “difícilmente podrán lograr su objetivo, sea de ingreso a Estados Unidos o de permanencia en México".