Bomberos ve mano criminal en incendio que mató a 2 niños
OIJ indaga muerte de hermanos de 8 y 10 años ocurrida en abril
El incendio en el que murieron una niña de 10 años y su hermano de ocho, en abril pasado, fue provocado.
A esa conclusión llegaron los expertos del Cuerpo de Bomberos luego de analizar pruebas físicas y recoger testimonios de la tragedia ocurrida la madrugada del 26 de abril en un apartamento en San Francisco de Dos Ríos, San José.
Héctor Chaves, director de Bomberos, explicó que la posibilidad de que existiera mano criminal se la plantearon a las autoridades judiciales desde horas después del siniestro, conforme avanzaron las pesquisas de Ingeniería.
Toda la información fue entregada para que continuaran con las investigaciones.
El caso se indaga bajo el expediente 18-011748-042-PE del Organismo de Investigación Judicial (OIJ); empero, la Fiscalía está a la espera de un informe que permita individualizar a la persona o personas sospechosas.
Se consultó a la Policía Judicial si manejan a un posible responsable, pero no se obtuvo respuesta.
Para Chaves, en este caso, la madre debe ser cuestionada.
Un primer aspecto que se analizó fue el punto donde se originaron las llamas, así como las fuentes de calor en el apartamento (planchas, lámparas o electrodomésticos) y si alguna de ellas pudo quedar conectada. Sobre esa base se establece si el fuego fue accidental, provocado o por causa natural (rayería).
Según el informe de Bomberos, el punto de origen fue la habitación y, luego de revisar las fuentes de calor y el sistema eléctrico, se determinó que estos estaban en buen estado, por lo que se descartó algún cortocircuito.
Hipótesis. A partir de entonces surgieron dos posibilidades: que la fuente de calor originaria se destruyera por completo o que las llamas fueron provocadas. Los expertos detectaron que en el punto de origen no había fuentes de calor.
También se pudo conocer la dirección, velocidad y características del fuego. Lo anterior por marcas en muebles y dirección a la que se doblaron los metales, por ejemplo.
La posición de las víctimas, establecer si gatearon o trataron de abrir la puerta, como lo hizo la niña en este caso, también aporta elementos a la investigación.
Al descartar que las llamas se originaran por un flamazo o un cortocircuito, se procedió a buscar acelerantes.
Lo evidenciado por los perros adiestrados en detección de ese tipo de sustancias, así como las pruebas de Bomberos con el cromatógrafo de gases (un aparato que puede detectar alcohol, gasolina u otros acelerantes) se llevó para un análisis a los laboratorios forenses del OIJ.
En cuanto a las pruebas del entorno consignadas por Bomberos, algunos testigos les dijeron que escucharon gritos de los niños. Se estima que cuando la alerta se giró al 9-1-1, ya habían transcurrido varios minutos del incendio, surgido en el complejo de siete apartamentos, distribuidos en dos plantas.
“Del edificio de apartamentos todo mundo salió. La madre, al parecer, no quería salir, los niños gritaban y los vecinos estaban abajo. Cuando la madre abre la puerta, los vecinos entran, ella está en la sala y dice que los niños estaban en el cuarto y que ella estaba acostada en un sillón”, dijo Héctor Chaves.
A su juicio, todo le parece muy inconsistente porque si una madre tiene los chiquitos cerca, lógicamente va a entrar a sacarlos. “Ella dura todo ese rato. No fue un incendio de rápida propagación. Por eso, se llamó en ese punto a la Policía”, dijo.
Luego, el caso quedó en manos de agentes de la Sección de Homicidios del OIJ. Además de las pruebas físicas, los agentes se encargan de estudiar la victimología de la madre y lo ocurrido esa noche, para proceder con el informe final que entregarán al Ministerio Público.
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