De la bici a juicios y dificultades financieras
Desde que el ciclista estadounidense Lance Armstrong confesó en el 2013, en el programa de Oprah Winfrey, el uso de sustancias prohibidas en su carrera profesional, debió pagar una cara factura, en lo deportivo y en lo personal.
Armstrong, quien competirá este año en La Ruta de los Conquistadores, que se realizará del 1.° al 3 de noviembre, encaró juicios, el retiro de sus patrocinadores y hasta la venta de su mansión.
Esto, ante la difícil situación económica que debió afrontar, mientras intenta encauzar su vida y continuar de alguna manera ligado al ciclismo, del cual fue suspendido para siempre.
En el plano deportivo, fue despojado de su medalla de bronce olímpica en los Juegos de Sídney 2000 en la prueba de ruta. Asimismo, sus siete Tours de Francia fueron borrados, tras la recomendación de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos.
Ante estas situaciones, Armstrong perdió la confianza de la marca deportiva Nike, de la cual percibía $50 millones anuales.
Por la difícil situación financiera que atravesó, vendió su mansión en Old Enfield, en Texas, valorada en $6 millones.También se vio inmerso en un complicado juicio con la empresa gubernamental US Postal (principal patrocinador del equipo con el que Armstrong corrió entre 1998 y el 2004) por daños y perjuicios.
El 20 de abril del 2018, Armstrong llegó a un acuerdo preliminar para pagar $5 millones, de los $100 millones que planeaba la organización.
Mientras busca su redención, Lance trata de sobrevivir con algunos negocios personales. También incursionó con programas desde su oficina en su perfil de Facebook, donde publica semanalmente entrevistas con personajes en un ambiente distendido.
Al estadounidense los siguen unas 2 millones de personas en su perfil de Facebook, quienes, semana a semana, esperan los capítulos de su programa The Forward .■