Abogado litigante llega a magistrado de Sala IV
‘Mi compromiso es únicamente con la defensa de la Constitución’, dice el actual magistrado suplente
La Asamblea Legislativa optó por un abogado litigante, con experiencia en los poderes Ejecutivo, Judicial y Legislativo, para llenar una de las dos plazas de magistrados que estaban vacantes en la Sala IV.
Ayer, los diputados eligieron a Jorge Araya García, de 57 años, como nuevo miembro del tribunal constitucional en sustitución de Gílbert Armijo, quien hace tres años se acogió a su pensión.
El nuevo alto juez será juramentado hoy jueves y, de una vez, asumirá funciones en la Sala IV. Cumplido este paso, estará habilitado para participar en las votaciones sobre la constitucionalidad del tope a las pensiones de lujo y sobre el trámite de la reforma fiscal, asuntos que la Sala IV debe resolver a más tardar los días 18 y 26 de noviembre, respectivamente.
Trayectoria. Araya es un litigante con 34 años de ejercer la profesión. Además, es magistrado suplente de la Sala IV desde el 2005. En el plano legislativo, se desempeñó como asesor de 1986 a 1989. Después, fue viceministro de Gobernación de 1994 a 1995 y, luego, viceministro de la Presidencia de 1997 a 1998 en la administración de José María Figueres. También, fungió como miembro director del Consejo Técnico de Aviación Civil (CTAC).
Asimismo, fue presidente del Consejo Nacional de la Dirección Nacional de Desarrollo de la Comunidad (Dinadeco) entre mayo de 1994 y agosto de 1995; superintendente general del aeropuerto Juan Santamaría entre abril de 1996 y diciembre de 1996; e interventor del proceso de liquidación del Banco Anglo, nombrado por el Poder Ejecutivo, entre setiembre de 1995 y marzo de 1996.
El nuevo magistrado también se desempeñó como miembro director del extinto Consejo Nacional de Drogas (Conadro), del Ministerio de Justicia, y presidente interino de la junta administrativa de la Imprenta Nacional y de Correos y Telégrafos de Costa Rica.
Acuerdo. Araya obtuvo 38 votos en la tercera ronda de votación. En la primera ronda, logró un voto y, en la segunda, ninguno. Lena Patricia White Curling alcanzó 19 votos en la primera y 21 en la segunda, muy lejos de los 38 sufragios requeridos. Estas rondas son secretas.
Carlos Ricardo Benavides, jefe de fracción del PLN, se mostró satisfecho de que hubiera acuerdo. Afirmó que influyó el hecho de que Araya fuese magistrado suplente. “Eso genera confianza”, dijo.
“Me parece que cuando alguna persona tuvo participación con Gobierno y Asamblea es un lastre que no la deja llegar. Han sido pocos los que logran sortear esa barrera”, adujo Benavides, quien opina que esa experiencia ayuda a entender la complejidad del Estado.
Víctor Morales Mora, jefe de fracción del PAC, afirmó que a su partido le interesaba el nombre de Lena Patricia White pero, si ella no alcanzaba los votos, tenían la posibilidad de elegir un “constitucionalista sólido y una persona honesta” que había sido bien valorado por un panel independiente de expertos.
“Queremos fortalecer la Sala Constitucional. La idea es que fuera un nombre que pudiera alcanzar los 38 votos”, dijo.
Erwen Masís, líder de bancada del PUSC, expuso que su bancada se inclinaba por Román Navarro, quien obtuvo 16 votos en la primera ronda y 17 en la segunda. Sin embargo, al ver que no alcanzaba la mayoría requerida, analizaron el caso de Araya, a quien le reconocieron experiencia constitucional y un “expediente intachable”.
Antes de la votación, partidos como Integración Nacional (PIN) y el Frente Amplio trataron de frenar la elección, alegando que este no era el momento para elegir a un magistrado.
Todavía queda pendiente la elección de otro magistrado de Sala IV, en sustitución de Ernesto Jinesta, quien se pensionó en mayo de este año.
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